"Javier también solía llevarse chicos del local fuera del establecimiento y pagaba unas tarifas mayores; si los chicos salían también solía abonar los gastos de sus traslados en taxis", ha revelado a los investigadores de la Policía Alfredo Gómez Rivada, dueño del club Casa Alfredo, uno de los locales de alternes donde el antiguo concejal del PP en el ayuntamiento de Palma Javier Rodrigo de Santos se pagó supuestamente vicios privados con una tarjeta de crédito oficial.

Alfredo Gómez ha reconocido que la tarifa de su local es de 70 euros por hora y chico contratado, precio que sube a 100 euros por hora si el joven tiene que salir del establecimiento. El propietario no ha facilitado, de momento, los precios por los llamados "servicios especiales".

El testigo no ha dado más detalles sobre las salidas de empleados pagadas con la visa de la empresa municipal, aunque sí que ha precisado que "Javier solía pagar los taxis para los desplazamientos".

Ingresado y devolución

El querellado permanece ingresado en un centro privado madrileño de desintoxicación a sus adicciones al sexo duro y a las drogas. El próximo 11 de abril está prevista su toma de declaración por la jueza Ana María San José, instructora de la causa. Su abogado defensor, Bartolomé Vidal, ha reintegrado ya a las arcas municipales los 50.804 euros presuntamente malversados.

El Ayuntamiento anunció ayer que decidirá si se persona como acusación particular tras la declaración de De Santos.