La directora financiera de la Empresa Municipal de Obras y Proyectos (EMOP), Leonor Alomar, advirtió a la entonces gerente Gloria Penalva sobre el presunto uso irregular que hacía de la Visa el teniente de alcalde de Urbanismo y coordinador municipal y presidente de esta empresa municipal, Javier Rodrigo de Santos.

La advertencia se realizó antes de que la auditoría interna contratada por el anterior equipo de gobierno del PP descubriera la existencia de una serie de gastos sin justificar cargados a las cuentas de la empresa a través de la tarjeta bancaria que manejaba desde noviembre de 2005 el teniente de alcalde ahora querellado por la fiscalía anticorrupción por un presunto delito continuado de malversación de fondos públicos.

La empleada "no supo nada más" y nadie le ordenó realizar comprobación alguna sobre los gastos no justificados, según ha podido saber este periódico. En cualquier empresa municipal el primer nivel del control del gasto está en sus propios mecanismos internos que, en este caso, presumiblemente, fallaron en parte, porque no consiguieron que el teniente de alcalde justificara los cuantiosos gastos que, cada mes, se cargaban a la empresa procedentes de la Visa expedida a su nombre.

De todas formas, el gasto quedaba pendiente de justificación, puesto que en operaciones de estas características sólo se permite la presentación de las correspondientes facturas como justificantes. Al parecer, De Santos entregaba los tiques de la Visa, documento que, a efectos contables, no tienen ninguna validez, puesto que debe figurar, además de la razón comercial, la dirección y el IVA que se aplica, entre otros conceptos. Todo ello para que los responsables de la contabilidad puedan dar por buena la justificación del cargo realizado por el banco a cuenta de la empresa.

Una vez finalizado el ejercicio, el consejo de administración primero y el pleno constituido en junta general de accionistas después, deben aprobar las cuentas anuales. Pese a que en el caso de que la EMOP no era obligatoria realizar una auditoría externa, ésta se encargó por el anterior equipo.

De esta forma, los auditores, en marzo o abril de 2007, ya tenían un primer borrador en el que se ponía de manifiesto la existencia de una serie de gastos realizados con la Visa del ex teniente de alcalde sin justificar adecuadamente.

Esta situación se prolongó hasta junio de 2007 cuando, ya con el nuevo consistorio, el nuevo equipo de gobierno procedió a la convocatoria de las juntas generales de las empresas con el fin de aprobar sus cuentas anuales. Las de la EMOP se aprobaron, aunque no su auditoría porque, entre otras cuestiones, aún estaban por justificar los gastos de Rodrigo de Santos realizados con la Visa a lo largo de 2006.

La cantidad gastada en 2006 es menor que la de 50.804 euros que le reclama el fiscal como provisional en su querella y que el ex edil hizo efectiva en la cuenta de la EMOP el pasado viernes. Estos gastos quedan sin justificar hasta que, una vez comprobada su naturaleza, se decide, el pasado día 20 de febrero, miércoles, dos días antes del inicio de la campaña electoral, remitirlos a la fiscalía. Hoy, en un consejo de administración extraordinario, se conocerá el resultado de la auditoría.