Las escalinatas que comunican la calle Portopí y el paseo Marítimo, justo enfrente del Instituto Balear de Meteorología, están muy sucias y huelen fatal, debido sobre todo a que los jóvenes que acuden de marcha por esa zona los fines de semana hacen allí sus necesidades. Estas escaleras son utilizadas por los turistas de cruceros que acuden a los comercios cercanos.