Hace medio siglo varios chalés, la mayoría con estilo propio, eran las únicas construcciones que dominaban esta calle dedicada a Fra Juníper Serra, sin olvidar el hotelito situado en el número uno de la misma, famoso en los años sesenta y setenta del siglo veinte por alojarse en él en verano un buen número de jóvenes suecas. Hace unos cuarenta años comenzaron a edificarse los primeros bloques altos de viviendas, entre ellos uno que en su momento, en el año 1974, hizo furor debido tanto a su diseño como al coste de cada una de sus viviendas.

Esta es una de las pocas calles de la ciudad en la que el personaje que lleva su nombre, como en este caso el franciscano mallorquín fundador de California, es conocido por quienes la habitan o tienen negocios en ella así como por muchos de sus viandantes.

El trajín que la calle Fra Juníper Serra tuvo a lo largo de los dos años largos que duraron las obras en la vecina calle de Marqués de la Cenia terminó, y con él, según se quejan muchos vecinos y empresarios de la misma, el grado de limpieza municipal que tenía. Muchos echan de menos la presencia del camión cuba de Emaya que, hasta no hace mucho pasaba por esta vía. Vehículo que, al llegar a las cercanías del cruce con la del Almirall Oquendo, solía tener el depósito vacío.

Caminar por esta calle es acercarse a uno de los barrios más personalizados de Palma, el de Son Armadans, en donde se formó hace décadas una especie de colonia en donde dominaban los chalés que de veraneantes se convirtieron en residencia de gente muy conocida. En la calle de Fra Juníper Serra aún queda uno de ellos, situado en la esquina con la de Alférez Cerdá. En cambio, en la otra esquina, la casa original dio paso a un bloque de viviendas residenciales de categoría. Así, los cambios son patentes para los más veteranos del lugar.

Otra de las quejas de vecinos y comerciantes de la calle Fra Juníper Serra, muy arropados por su asociación vecinal, se refiere a su escasa iluminación. Deficiencia más acusada en invierno, cuando oscurece más pronto. Circunstancia que algunos comercios han solucionado, como es el caso de uno dedicado a material ortopédico, con la colocación de focos. El problema está, en los oscuros inviernos, cuando la mayoría de comercios de esta vía cierran apagando su iluminación.

No faltan los bares en esta calle, pues en ella y alrededores tienen su sede diversas oficinas, destacando una agencia de publicidad que ocupa un chalé.

Los autobuses de la EMT que vieron trasladadas sus paradas desde la calle Marqués de la Cenia, en obras, hasta la de Fra Juníper Serra, regresaron ya a su anterior ubicación, lo que dejó sin transporte público en su aceras a los residentes de esta vía. Lo mismo ha sucedido con la animación que ha tenido en los últimos años, algo de lo que se resienten muchos empresarios de esta importante arteria de Son Armadans, a caballo entre la avenida Joan Miró y la calle Andrea Doria. Una curiosidad de esta calle es que, mientras en su acera de los números pares está saturada de edificios altos, en la de los impares quedabn espacios ajardinados.