"Parece que la única solución para concienciar sobre la necesidad de usar el cinturón de seguridad mientras se conduce es poner multas". Joana María Font contesta de esta manera a la pregunta sobre su opinión acerca de la campaña de prevención del uso de elementos de retención, que puso en marcha el ayuntamiento de Palma desde el pasado día 17 octubre y terminó el 30. La Policía Local multó durante ese período a más del 45 por ciento de los 2.658 vehículos controlados.

Font reconoce que le da rabia comprobar que muchos conductores evitan colocarse el cinturón y resulta peligroso. María Teresa Mestre dejó ayer por la mañana su coche en el aparcamiento subterráneo de las avenidas y sobre esta cuestión recuerda que tiene niños pequeños y siempre los lleva en el coche con sus asientos homologados.

Lo cierto es que todos los conductores encuestados a la salida del aparcamiento de avenidas dicen ponerse el cinturón y aportan motivos parecidos a su argumentación. Sin embargo, algunos desconocían que la Policía Local había realizado controles en calles céntricas como Conquistador, plaza de la Reina o plaza Weyler.

María Teresa Mestre era una de las que ignoraban la campaña en Palma, aunque sí había percibido la presencia de un mayor número de policías. A ella nunca le han puesto una multa por este concepto pero sí por estacionamiento incorrecto.

La joven Eva Pons sostiene que siempre se pone el cinturón: "Se supone que las multas pueden servir para que la gente se acostumbre a usarlo, no para fastidiar".

A partir de hoy empieza una nueva campaña para controlar el uso del teléfono móvil durante la conducción. Se prolongará hasta el próximo 13 de noviembre. La cuantía de las multas por infringir la normativa que impide el uso del móvil al volante es de 150 euros. Esta iniciativa se pone en marcha junto a la dirección general de Tráfico y la aplican tanto la Policía Local como la Guardia Civil.

Una enfermera explicó que quizá esté más concienciada que la mayoría porque se ha encontrado casos de niños heridos en accidentes de tráfico por no haberse puesto el cinturón de seguridad. "Este sistema no evita los accidentes, pero minimiza sus efectos negativos. Los siniestros sin cinturón son más graves. No es lo mismo salir despedido por la ventanilla que un simple golpe amortiguado por el cinturón", recalca. Aún así muchos padres siguen llevando a sus pequeños sueltos o parados en los asientos traseros.

Otros, como Juan David Godoy, quiere que los policías cumplan las normas que promulgan. "Los agentes deberían dar ejemplo. Muchos de ellos no llevan el cinturón, hablan por el móvil y estacionan el vehículo en doble fila para sacar dinero del cajero automático. Es injusto", se queja Godoy.