La sección tercera de la Audiencia de Palma ha dictado un auto en el que desestima que las calles, plazas y otras vías de la urbanización palmesana de Bellavista puedan ser inscritas en el Registro de la Propiedad por un particular. Pedro Juan Vives, nieto del antiguo propietario de la finca Bellavista y que en los años 30 parceló este barrio, reclamaba que los viales de la urbanización eran de su propiedad.

El tribunal ha confirmado un auto anterior del juzgado de primera instancia 10 de Palma que rechazó declarar el dominio de Pedro Juan Vives sobre los viales del barrio. A la pretensión del heredero del antiguo propietario se habían opuesto 272 propietarios de inmuebles en la zona, el ministerio fiscal y el Ayuntamiento de Palma.

Según la tesis del demandante, y rechazada por los magistrados, su abuelo en el testamento hizo donación de esos terrenos al Ayuntamiento de Palma. En el año 41 el consistorio rechazó dicho legado en escritura pública, por lo cual, de acuerdo con la tesis de Vives, las calles y plazas de la urbanización habrían revertido al patrimonio familiar. El Ayuntamiento explicó durante el proceso que había renunciado a aquella herencia porque su aceptación hubiera supuesto tener que costear los servicios e infraestructuras del barrio. Según Cort, los terrenos en disputa, no obstante, son públicos puesto que forman parte de las cesiones obligatorias que todos los urbanizadores deben hacer a la Administración. Los propietarios de fincas en la zona, por su parte, mantuvieron que esas calles han sido de utilización pública desde 1931.