El 30% de los alumnos de Ciutat tiene fracaso escolar. La media estatal se sitúa en el 24 por ciento. Estas dos alarmantes cifras fueron aportadas durante el primer congreso celebrado en Palma sobre este problema y ayer las recordó el concejal de Educación, Rogelio Araujo. El elevado porcentaje en la capital balear es una de las razones que han llevado a los responsables municipales a abrir un centro -llamado Èxit- de orientación y apoyo al estudio.

Ayer se inauguró. Está en sa Calatrava, junto al teatro Xesc Forteza, en la plaza del mismo nombre. Y lo que pretende "no es salvar el curso, sino la vida" al estudiante, en palabras de la primera edil, Catalina Cirer. "Una época que tendría que ser feliz y tranquila para los jóvenes se convierte en traumática por culpa de las notas", explicó en su lenguaje coloquial. "Porque igual que los padres los llevan al cine para divertirse -añadió-, los pueden traer aquí" para mejorar su rendimiento escolar.

Los profesionales se encargarán de ello. Una pedagoga, una maestra, un auxiliar administrativo y otro técnico de refuerzo serán quienes pongan en funcionamiento este centro, que abrirá de lunes a viernes de 16,30 a 20,30 horas.

Cirer quiere dejar claro que "no es una sala de estudio ni clases de repaso ni una biblioteca. Se hará un diagnóstico de la situación personal de cada estudiante para detectar las causas, ya que cada niño tiene unos problemas diferentes", según dijo.

La pedagoga, Francisca Luque, detalló que, además de tutorías individualizadas en las que asesorarán sobre la manera de afrontar las dificultades, "habrá dos tipos de talleres: de técnicas y hábitos de estudio y de refuerzo educativo instrumental", lo que quiere decir que "dos días por semana, podrán traer preparadas dudas sobre las asignaturas de matemáticas, castellano y catalán", tal como explicó. Este apoyo educativo específico podrá ser individual o grupal, según se desarrolle el centro.

Los padres son ahora quienes deben evaluar si sus hijos necesitan este tipo de ayuda, novedosa en Palma pero que ya existe en las localidades de Calvià y de Andratx, recordó la pedagoga municipal.

Los profesionales del centro recién inaugurado influirán en el proceso educativo mediante la prevención o lucha contra fracaso. Sin embargo, este papel no sustituye de ningún modo al que juegan las familias, debido a que son ellos quienes pueden ver de primera mano la evolución académica de los hijos. A los padres también va dirigido este servicio municipal, ya que uno de sus objetivos es implicarlos en el proceso educativo, tanto dándoles pautas de actuaciones concretas como haciendo un seguimiento general de las materias.

Por eso también dispondrán de tutorías individualizadas, en las que les informarán del rendimiento educativo de sus hijos y les asesorarán sobre la mejor forma de afrontar posibles dificultades.

Los estudiantes en los que se centrarán son los de 5º y 6º de Educación Primaria y los de Primer Ciclo de ESO. No hay límite de plazas, destacó la alcaldesa. "Ha sido pensado para atender toda la demanda que se pueda producir y si comprobamos que este proyecto funciona, se extenderá a las demás barriadas, aunque necesitaremos el apoyo de la conselleria de Educación", tal como advirtió.

Catalina Cirer espera que el nombre del centro -Èxit- sea premonitorio del éxito que puede aportar en el estudio y en la vida de los estudiantes que acudan a él, tal como deseó pocos minutos después de descubrir la placa del local municipal.

Los barrios que se beneficiarán de este servicio son sa Calatrava (donde está ubicado), el polígono de Llevant y la Soledat, por ser los más cercanos, aunque pueden utilizarlo también residentes de otras zonas de Palma.

Araujo destacó que el centro no se ha abierto en sa Calatrava por ser un barrio con un elevado índice de fracaso escolar, ya que no está calculado por zonas, sino que allí tenían un amplio local municipal que ha sido habilitado para tal fin.

Los factores que pueden desencadenar este problema entre los adolescentes son múltiples. El concejal detalló varios, como los socioeconómicos, el ritmo de vida, cuestiones específicas del ámbito familiar o la facilidad de acceso al mercado laboral que existe en las islas.

Según diversos estudios, ésta es una de las causas principales del bajo porcentaje de universitarios en Balears. "Es más fácil abandonar los estudios cuando sabes que enseguida encontrarás trabajo en el ámbito turístico", afirmó.

Sin embargo, la consecuencia negativa es la falta de formación. En el consistorio palmesano no quieren que siga ocurriendo, por lo que el centro de orientación y apoyo al estudio intentará que con los años baje el "preocupante" dato del 30 por ciento de palmesanos con fracaso escolar.