Había pasado cientos de veces delante de la iglesia de Sant Nicolau sin detenerme a leer la placa. Hasta que un día unos escolares armados de bloc me pidieron que les ayudara a descifrarla. Los mismos que parecen expertos en criptografía cuando desentrañan en su móvil mensajes del tipo "Qdmos x la tard 1bs", eran incapaces de leer dos abreviaturas corrientes hasta hace pocos años.

Ajusté las gafas y leí: "El Ilmo. y Rmo. Sr. Don Fray Benito de Pañellas y Seardó, Obispo de Mallorca, concede CUARENTA DÍAS de perdón a todos los que saluden esta imagen de San Nicolás". Desde ese día levanto ligeramente la mano o la barbilla cada vez que paso por allí. Nunca se sabe.

Los dos personajes citados en la placa, Pañellas o Panyelles y Sant Nicolau, tienen una historia digna de ser contada. Benet Panyelles i Escardó fue obispo de Mallorca entre 1730 y 1743 después de dejar la abadía del convento benedictino de Sant Feliu de Guíxols. Según Pere Xamena y Francesc Riera, era un "hombre sabio, pacífico y bondadoso, que vivía siempre en una pobreza ejemplar". Fue sepultado en la capilla de San Benito, en la catedral.

Sant Nicolau fue uno de los santos más populares de la Edad Media y lo es en nuestros días gracias a su transfiguración en Santa Claus. En su biografía se entremezclan la historia y la leyenda. Nació en el Asia Menor -en la actual Turquía- y fue obispo de Mira. Según la leyenda, los electores no llegaban a un acuerdo sobre quién debía ser el nuevo prelado y decidieron elegir al primer sacerdote que entrara en el templo a la mañana siguiente: fue Nicolau, que tenía por costumbre celebrar misa de madrugada. Falleció hacia el 344 y en el siglo XI su cuerpo fue trasladado a Bari.

La tradición le atribuye la resurrección milagrosa de tres muchachos y por eso se le considera protector de los adolescentes y niños. Santa Claus es una contracción de Sanctus Nicolaus y se celebra el 6 de diciembre en los países del centro y norte de Europa. El obispo de Mira es tan popular que existen más de dos mil templos a él consagrados.

En Palma, gracias al obispo Panyelles, nos regala 40 días de perdón cada vez que saludamos su imagen ubicada sobre la puerta de la iglesia que tiene dedicada. Hola Sant Nicolau.