El Ayuntamiento, gobernado por el PP, rechazó ayer en el pleno una propuesta del PSM para "convocar a un grupo de expertos y técnicos en patrimonio para que elaboren un dictamen independiente en el que valore la afectación que puede tener la posible construcción del hospital de referencia -el futuro Son Dureta- en Son Espases", ya que están en peligro los bienes del monasterio de La Real y todo su entorno.

El equipo de gobierno votó en contra y la oposición, a favor. Este punto del orden del día fue otro de los más polémicos, ya que unos cuarenta vecinos del Secar de La Real acudieron al salón de plenos con camisetas en las que se podía leer 'Salvem La Real' y pancartas que decían 'Cirer, destructora del patrimoni'.

En el turno de intervenciones de los ciudadanos, el presidente de la asociación de la tercera edad Bona Gent, Pere Felip, y la presidenta de la asociación de vecinos del Secar de La Real, Assumpció Renom, mostraron su rechazo a la construcción del hospital en este emblemático entorno rural junto al monasterio.

Según Renom, el equipamiento sanitario sólo se justifica para que el Govern pueda llevar a cabo otras infraestructuras, como el segundo cinturón, y la urbanización de la zona, "porque tiene mejor prensa decir que construirán un hospital que una carretera".

En el turno de los políticos, el concejal de Urbanismo de Cort, Rodrigo de Santos, y el portavoz de EU-Els Verds argumentaron posturas totalmente contrarias, que fueron seguidas de abucheos y de aplausos, respectivamente, por parte de los vecinos presentes.