El teniente de alcalde de Medio Ambiente, y presidente de la empresa pública Emaya, Antonio Nadal Estela, facilitó ayer datos sobre el expediente relativo al corte de suministro de agua a una inquilina de su ex mujer, hecho por el que el juzgado de instrucción uno ha condenado al edil por una falta de coacciones.

Nadal, en el seno del consejo de Administración de la empresa pública de limpieza y suministro de agua, reconoció que pidió la retirada del contador de esa vivienda el pasado 10 de junio, solicitud que la compañía que preside acató y ejecutó en esa misma jornada.

El edil conservador condenado pidió la baja en el servicio en su calidad de titular del contador de la finca número 6 de la calle C'An Puigdorfila, de Palma. Según la sentencia, el edil no tuvo en cuenta que en un ático de ese inmueble residían unas mujeres que habían firmado un contrato de arrendamiento con su ex mujer, Dolores Mir.

La sentencia postula que el concejal abusó de su cargo, se tomó la justicia por su mano y quiso desalojar a esas inquilinas sin esperar al fallo judicial de la demanda de nulidad del contrato de arrendamiento que había formulado.

Pagó un día después

Tal como manifestó Dolores Mir, Antonio Nadal dio de baja el contador el día 10 de junio habiendo recibos de agua pendientes de abonar.

Ayer el propio político reconoció que pagó de sus bolsillo esos recibos el día 11.

Eberhard Grosske, concejal de Esquerra Unida en Cort, valoró los datos aportados ayer por el presidente de Emaya como una muestra de que en este caso se aceleraron los plazos para una baja de contador y también se cortó el agua sin haberse abonado las facturas pendientes, extremo que incumple los reglamentos. El Partido Socialista había pedido a Nadal que hiciera público los datos del expediente. La oposición reclamará hoy en el pleno la dimisión del concejal.