El grupo municipal EU-EV aseguró ayer en un comunicado que el teniente de alcalde de Medio Ambiente, Parques y Jardines, Antoni Nadal, engañó a la opinión pública con la complicidad de la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, al asegurar que no intentó coaccionar a la inquilina de una vivienda alquilada por su ex esposa cuando dio la orden de cortar el suministro del agua porque desconocía que el piso estaba ocupado.

El portavoz municipal del PP ha sido condenado por coacciones a esta inquilina por el juez de instrucción del juzgado número uno de Palma, Juan Manuel Sobrino Fernández.

"Si actuó de buena fe y cortó el agua por inadvertencia de la presencia de inquilinos, Nadal debería haber dado de alta el contador de manera inmediata", indica este comunicado. El escrito añade que pese a que los hechos se consideran probados en una sentencia judicial, continúan considerándolo un hecho privado y se niegan a hacer pública la documentación de Emaya sobre el caso y recuerdan los lazos de amistad que unen a Nadal y Cirer. Ambos circunscribieron las circunstancias del fallo judicial al ámbito personal.