Dolores Mir, ex mujer del edil popular Antonio Nadal Estela, condenado por un juzgado de instrucción como autor de una falta de coacciones a una inquilina suya, señaló que el suministro de agua en la casa donde reside dicha arrendataria se realizó el pasado 10 de junio, el mismo día en que lo había pedido su ex marido, y presidente de Emaya. Mir añadió que ha solicitado datos a Emaya para averiguar si el contador se retiró de la casa de su inquilina habiendo recibos de agua pendientes de abonar, circunstancia que no permite la normativa de la empresa pública municipal.

Mir explicó que el ático situado en la finca número 6 de la calle Can Puigdorfila es propiedad de su ex marido Antonio Nadal. Ella, y sus tres hijos, vivieron en ese piso hasta el pasado septiembre, cuando un juzgado de familia los desahució a instancias del concejal.

Mir mantiene que en el convenio de divorcio se pactó que la casa de Can Puigdorfila quedaría a nombre de su marido, pero que éste abonaría el cincuenta por ciento del coste de la adquisición de otra vivienda para su ex mujer y sus hijos. De forma paralela, y siempre según la versión de Mir y antes del desalojo, Nadal y ella pactaron verbalmente que ella pediría un préstamo personal para reformar el ático, vivienda que luego alquilaría. Las rentas de ese piso servirían para pagar los plazos de ese préstamo.

Dolores Mir afirma que Nadal no ha aportado la mitad del dinero para la nueva casa y ahora, al cortar el agua a las inquilinas, "ha pretendido echarlas por la vía de los hechos consumados para luego él poder alquilar la casa y quedarse con las rentas".

La ex mujer del teniente de alcalde asegura que en Emaya le dijeron que "el suministro de agua a la casa no se cortó por impago de recibos, ya que sólo había una factura no pagada porque no les había llegado a las inquilinas y luego otra que tenía que llegar". En la empresa municipal le manifestaron que no se puede quitar un contador con recibos pendientes. Alguien, que se presume fue el propio presidente de Emaya, pagó esos recibos en ventanilla a los pocos días de que se quitara el contador a la vivienda.

El propio Antonio Nadal aseguró ayer que hacía cinco meses que no se pagaba el agua en el piso. El teniente de alcalde del Partido Popular añadió que ha recurrido la sentencia del juez de instrucción número uno ante la Audiencia de Palma.

De momento las inquilinas del ático siguen sin suministro de agua. Pablo Martín, abogado de la inquilina denunciante, aseguró que se ha opuesto a la apelación y se mostró confiado en que la sentencia se confirme. Según fuentes jurídicas, la cuantía del caso ha impedido que los hechos sean un delito de coacciones.

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LOS DATOS

PROPIEDAD

La casa de la calle Can Puigdorfila donde Emaya cortó el agua es propiedad del edil popular Antonio Nadal, aunque su ex esposa, Dolores Mir, la tiene alquilada a dos mujeres.

MISMO DÍA

Nadal, como titular del contador, pidió a la empresa que preside la retirada del contador de agua, a pesar de que la vivienda estaba alquilada y habitada. La petición se cumplió el mismo día.

CONDENA

El edil ha sido condenado por una falta de coacciones. La sentencia afirma que sabía que el piso estaba alquilado y que se aprovechó de su cargo para fines particulares. La sentencia ha sido recurrida ante la Audiencia.