La campaña municipal de control y desplazamiento de los estorninos utilizará este año cerca de 1.500 kilos de explosivos para ahuyentar a estas aves migratorias que cada otoño se concentran de forma masiva en el centro de Palma. El control incluirá además un grupo de seis halcones para minimizar los problemas de contaminación acústica a los vecinos de las zonas afectadas, repitiendo la experiencia iniciada el pasado año.

La regidora de Salud, Begoña Sánchez, explicó ayer durante la presentación del inicio de esta campaña que las medidas de control durarán cerca de un mes y medio o "hasta que sea necesario", con tal de desplazar fuera de la ciudad los"dormitorios" de estas aves, que generan molestias en el entorno urbano como ruido, excrementos, malos olores, exclusión de zonas de paseo o problemas sanitarios.

Los operarios harán explotar de forma controlada el material pirotécnico desde media hora antes de que anochezca hasta una hora después, que es cuando estas aves se apostan en las zonas escogidas para dormir. Según aclaró el biólogo de la campaña, Jaume Carbonell, el explosivo será inferior a 50 kilos por equipo y día, que es lo que permite la ley.

Además de sus depredadores naturales, Carbonell explicó que durante la campaña se utilizarán como refuerzo altavoces con grabaciones de alarmas que se emitarán junto al vuelo de las rapaces para que los estorninos adviertan que existe un peligro real.

La zonas donde se realizarán estos controles serán en la Plaza Espanya, Via Roma, Passeig del Born, Parc de ses Estacions y Avingudes.

Las palomas

La regidora de Salud informó de que el consistorio también está estudiando realizar campañas para controlar la población de palomas, debido al incremento del censo de estas aves y de las quejas que están provocando entre los vecinos de los barrios donde se concentran estos pájaros.