«Te quiero, pero me quiero más a mí»

Haciendo referencia a la icónica frase de Samantha de Sexo en Nueva York, vengo a hablar de un tema que ha estado rondando en mi cabeza los últimos meses.  

Todo el mundo busca ser querido y encontrar a aquella persona que nos acepte, nos apoye y que nos cuide. Pero tenemos que darnos cuenta también que no siempre será aquella que nosotros deseamos y, que no tenemos que aceptar cualquier trato por solo «sentirnos queridos». El amor no es eso. Cuando sentimos que las necesidades del otro están por encima de las nuestras, no es amor. Por eso, tenemos que aprender primero a querernos a nosotros mismos, establecer límites y comunicar nuestras necesidades. Si eso no es así, no puede funcionar. 

Tenemos que poner en práctica la conocida frase de Samantha y saber cuando una relación nos hace más mal que bien para poder irnos a tiempo.