Una generación sin llave

Desde hace años, nos acostumbramos a escuchar que los jóvenes somos el futuro. Pero, ¿cómo construirlo si ni siquiera podemos encontrar un lugar donde empezar? El sueño de una vivienda propia se ha convertido en una utopía inalcanzable, solo hace falta abrir los ojos ante las cifras: apenas un 5% de los menores de 35 años ha logrado comprar una vivienda este año, y para alquilar, muchos deben destinar hasta el 80% de su salario. Esto no es emancipación, es subsistencia.

Si seguimos con los precios disparados, salarios precarios y políticas que apenas arañan la superficie del problema, el derecho a una vivienda digna va a seguir siendo un lujo, lejos de un derecho. Ya va siendo hora de entender que no solo estamos perdiendo el acceso a un techo propio, sino también la posibilidad de que una generación entera construya sus raíces, su independencia y su dignidad.