Se celebró el funeral de don R.T.M., fallecido por el mal bichito que incuba el coronavirus que sí puede matar. Y mata. R. no se quiso vacunar y murió de neumonía. Pariente. Tío en tercer lugar. El menor de muchos hermanos. Padre. Abuelo y bisabuelo ya. De carácter alegre, ingenioso y fuerte. No bastarán las lágrimas de tanta familia para llenar los envases del inyectable que no aceptó. 

Mi pésame desde aquí a todos los suyos que muchos son. Hasta él, Ramón, se pondría la vacuna ahora en el mismísimo corazón si pudiera ser. Cual flecha que lo atraviesa en el último momento aunque ya bañada de sangre. Tío y amigo, adiós. 

Nos veremos, aunque no pueda saber cuándo.

M. Dolores Vázquez Rovira. Palma