Imagina que vives en un piso de dos habitaciones con un solo baño, y en él estáis viviendo tu hija adolescente, tus dos hijos pequeños, tu marido, tu anciana madre y tú. Los 3 niños duermen en una habitación y la abuela duerme en el sofá cada noche. Hay peleas para entrar en el baño y problemas para conciliar las horas de juego y de estudio de los tres niños, para ver la tele y así una interminable lista de dificultades…
Y ¿por qué os contamos esto? pues para que, a pequeña escala, os hagáis una idea sobre lo que ocurre en Marratxí, municipio en el cual residimos 39.000 habitantes y donde según la ley, tenemos derecho a un instituto de educación secundaria por cada 10.000 habitantes. Dicho esto, creemos que la cuenta se echa fácilmente ¿verdad? deberíamos tener casi 4 institutos, pero lo que seguramente no sabes, es que solo tenemos dos: el IES Sant Marçal y el IES Marratxí.
De momento, esto no empieza bien porque los números no cuadran, pero y ¿si añadimos otro factor más? Desde hace años, cientos de alumnos de Santa María y de Palma (Son Ferriol) tienen que venir a estudiar a Marratxí porque en sus municipios tampoco tienen terminados sus institutos o ni han empezado las obras, obligándolos a desplazarse kilómetros para seguir estudiando.
¿Cuál es el resultado? Una masificación desmesurada como ha quedado patente y tristemente reflejada con la pandemia, porque mientras muchos centros lograban desdoblar sus clases para reducir las ratios y que todos, o la mayoría de los alumnos pudieran asistir a clase diariamente con las medidas sanitarias necesarias, en nuestros centros, concretamente en el IES Marratxí, donde ha sido más extremo, el 92% los alumnos de 2º ESO inclusive en adelante, solo han podido acudir a clase en días alternos, lo que ha obligado a los centros a ir al máximo en las ratios, cuando es más que sabido que el número de alumnos/grupo es una cuestión clave para la mejora del proceso de aprendizaje.
¿Qué hemos reclamado a las administraciones? que las obras del tercer instituto comiencen lo antes posible para evitar que esa situación continúe o que empeore aún más y que, mientras tanto, se realicen las obras y cambios necesarios para que los alumnos de Santa María y de Son Ferriol puedan estudiar cerca de sus casas.
¡No queremos que nos digan que tenemos razón, eso ya lo sabemos, lo que necesitamos urgentemente son acciones que tanto a corto como medio plazo solucionen el problema, porque los niños y niñas de Marratxí, nuestros hijos, no son ciudadanos de segunda!
