Opinión | Tribuna

En Europa, no existe el «no es no»

El presidente del Tribunal Supremo defiende el poder judicial ante la arremetida de Trump

El presidente del Tribunal Supremo defiende el poder judicial ante la arremetida de Trump / Niall Carson/ Europa Press

La frase que popularizó el presidente Sánchez para oponerse a la investidura de Mariano Rajoy en 2016 no se da en otros países, Alemania y Francia son ejemplos.

En la actual situación geopolítica mundial y española, ¿cuál es el futuro que nos espera a los ciudadanos de a pie españoles pro-europeos?

Empecemos por la coyuntura mundial, con la primera potencia, EE.UU, enfrascada en no perder su hegemonía frente a su rival China y, por lo tanto, sin interés por Europa tanto militarmente como económicamente, lo que le lleva a seguir una política proteccionista a ultranza en contra de todas las políticas liberales y democráticas. Y como, además, su presidente no puede ser reelegido, le da igual el futuro a medio plazo, de manera que para luchar con China va a usar los mismos métodos autocráticos de poder que ellos.

En Europa, tenemos dos amenazas: una viene de Rusia, que quiere revalidar el poderío de la Unión Soviética con el mayor arsenal atómico mundial y sabiendo que Trump va a mirar hacia otro lado si prosigue su expansionismo; es la ocasión de Putin y aprovechará estos cuatro años para sus fines. La otra interna la falta de liderazgos en la Unión Europea.

España no puede aprovechar esa falta de liderazgos europeos ya que hay un gobierno de coalición y que necesita el apoyo parlamentario de siete partidos más, de amplio espectro ideológico, y con intereses muy concretos en determinadas autonomías y no en el conjunto de España ni en la UE, Prueba de ello es que el año pasado no se aprobaron presupuestos y este 2025, de momento, no están ni presentados.

En la actualidad, es clave avanzar en la potenciación de la Unión Europea para marcar políticas y estrategias propias en los cuatro terrenos claves que nos diferencian del resto de naciones. Me refiero a:

• Política económica, una vez que Trump ha abandonado las políticas de libertad de mercado, la primera potencia que las defiende es la Unión Europea, y estas políticas son las que permiten ser la zona con mayor bienestar social del universo, en sanidad, educación y atenciones sociales.

• Política de defensa: el compromiso de EE UU con la OTAN ha acabado, y un Estado como España tiene dos amenazas, la de Rusia como europeos (pues Putin, con su armamento, tanto puede atacar Polonia como nuestro país); y la otra en un flanco sur como Marruecos con Ceuta y Melilla (en estos momentos a Trump puede interesarle más la alianza de Marruecos en el mundo árabe que la española).

• Política de derechos humanos y respeto al orden mundial establecido: ni China, ni EE UU, ni Rusia los defienden con ahínco, solo Europa.

• Política de investigación y tecnología: estamos muy retrasados en este punto y no podemos seguir dependiendo de terceros o empresas como las de Musk.

Por ello, es necesario establecer una política europea en estos puntos, y fuera de las disputas internas de cada país.

En estos temas, tanto la extrema izquierda como la extrema derecha están en contra. Los principales defensores son los dos grandes partidos, PP y PSOE, que sumaron en las últimas elecciones dos terceras partes de los votos, una mayoría cualificada.

En Alemania, con una suma muy inferior no dudan de que deben alcanzar un gobierno de coalición, o alguna fórmula que permita una estabilidad parlamentaria para gobernar el país y liderar la UE. El canciller Scholz, al no transigir con alguno de sus socios de gobierno, convocó unas elecciones sabiendo que las perdería, pero era consciente de que Alemania necesitaba este gobierno fuerte en este momento.

En España, si queremos estar en una terna de liderazgo de la UE, debemos dar un paso adelante con el compromiso de crear un gobierno sólido para afrontar los graves retos del continente.

Prácticamente el gobierno estatal debería transferir competencias a la Unión Europea y lógicamente el gobierno europeo sería de coalición en base a los resultados electorales, no como ahora que cada estado tiene un comisario o poder de voto en determinados temas.

Tracking Pixel Contents