Opinión | Tribuna

Jaume Carbonero, Xavier Pastor, Gabriel Sevilla

Sa Dragonera tiene memoria

Manifestación del GOB con la pancarta "Salvem sa Dragonera" en Plaza España.

Manifestación del GOB con la pancarta "Salvem sa Dragonera" en Plaza España. / .

Para que el Govern Balear (sic) declarase como Parc Natural a la isla de sa Dragonera, juntamente con los islotes de Pantaleu y sa Mitjana (Decreto 7/1995 de 26 de enero), y que el actual presidente del Consell de Mallorca (PP), administración propietaria por compra en julio de 1988, celebrase el 30 aniversario de la misma, hizo falta que mucho antes, el 7 del 7 del 77, grupos de jóvenes anarquistas ocuparan, durante 12 días, la isla para impedir su urbanización, y que durante años el GOB batallase para paralizar el Plan Parcial (se consiguió definitivamente en 1983). Se inauguró con esta acción la lucha ecologista en Mallorca que ha impedido, hasta la fecha, que numerosos espacios naturales se hayan urbanizado.

En todas las ecuaciones de las batallas libradas, empezando por sa Dragonera, aparecen dos constantes: a favor del territorio siempre el GOB y a favor de los urbanizadores, en general foráneos representados aquí por lustrosos despachos profesionales, siempre el PP.

Por ello puede parecer sorpresiva la celebración actual del PP, ahora junto con su escisión Vox, aparentemente contradictoria con la cerrazón altanera de Gabriel Cañellas que en 1981, tras la última manifestación del GOB con la pancarta «Salvem sa Dragonera», manifestó: «He estado mirando las fotos y no he visto a ninguno de nuestros votantes». Pero no hay cambio, no es más que una muestra de la hipocresía con la que pretenden lavar su imagen para adaptarla a los tiempos que corren, cada vez más severos con los que han propiciado la saturación de las Illes y la degradación irreversible de numerosos valores territoriales.

Sa Dragonera tiene memoria y recuerda aquellos hechos de finales de los 70 y principio de los 80. En el 83 la justicia anuló definitivamente la urbanización, para más de 4.500 personas, promovida por PAMESA que contaba con cinco núcleos urbanos, carreteras, dos potabilizadoras, un puerto deportivo y un helipuerto, y también contaba con el apoyo entusiasta del ayuntamiento de Andraitx (sic) que llegó a solicitar el traslado de su párroco por tener opinión contraria al urbanicidio.

No se puede festejar la protección y al mismo tiempo silenciar las amenazas citadas y a quienes, con eficacia y coraje, las soslayaron. El avieso olvido que los desmemoriados políticos, de nuevo cuño y camisa vieja, nos quieren imponer – basta ver cómo se pone el presidente del Parlament cuando le mentan a Aurora Picornell – es ruin. De siempre el PP ha apoyado el modelo desarrollista y aunque quieran blanquearlo de forma intermitente, se les ve el plumero cuando aparecen en escena los grandes intereses especulativos. Dijo su presidenta este pasado verano, cuando la presión turística se notaba hasta en el Consolat, que iban a tomar medidas valientes para atajarla. Han pasado solo unos meses para que vuelva, Fitur mediante, al raca raca del favorable crecimiento de número de visitantes previsto para este año, con una autoenmienda vergonzosa.

¿ Valientes......? Eso lo fueron los ahora ninguneados compañeros que sin otro bien que lo puesto ocuparon en el 77 sa Dragonera para visibilizar el despropósito urbanizador que estaba a punto de cometerse. Para ellos, para todos los anónimos ciudadanos que se han opuesto a estas políticas de contrabando es exigible un mínimo de respeto institucional.

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