Opinión

La mesa contra la saturación era un cuento

La saturación es el signo distintivo de la temporada turística en Mallorca y el principal motivo del malestar ciudadano. Es así por todas sus consecuencias derivadas, desde la dificultad de acceso a la vivienda por los precios imposibles, la sobreexplotación del medio ambiente o el atasco continuado que padecen los ciudadanos en las carreteras de la isla. 

Ese malestar interior ha cruzado también fronteras. Y ya preocupa seriamente a los visitantes. Sin ir más lejos, a principios de este mes de enero, la prestigiosa guía de viajes Fodors, fundada en 1936, con sede en California y de enorme influencia entre los viajeros de países de habla inglesa, situaba a Mallorca como uno de los diez destinos prohibidos de 2025, por su "popularidad insostenible" y por ser uno de esos "lugares turísticos tan codiciados que están colapsando bajo el peso de su propia prominencia", donde, además, los gobiernos tienden a "priorizar las experiencias de los visitantes por encima del bienestar de los residentes locales"

Y qué ha hecho el Govern para acabar con ese malestar ciudadano. Puso en marcha el pasado mes de mayo la mesa para el Pacto Social por la Sostenibilidad, uniendo en ese organismo a partidos políticos de izquierda y derecha, instituciones, entidades cívicas y grupos ecologistas. ¿Quién podía negarse al consenso ante un problema de tan amplio alcance y que afecta de una manera tan directa al ciudadano? Nadie. Era cuestión de responsabilidad. Y de paso el Govern conseguía en ese movimiento político no salir abrasado de las consecuencias de la saturación del verano que estaba a punto de empezar.

Pero el consenso se ha roto. Lo ha hecho mientras Aena sigue ampliando el aeropuerto de Palma que cerró 2024 con 33,3 millones de pasajeros; la Autoridad Portuaria aprueba la ampliación del Puerto de Palma; el Consell de Mallorca construye un cuarto carril en la Vía de Cintura; el Govern aprueba una amnistía a las construcciones ilegales en rústico; y Airbnb se lava la cara asegurando que pondrá un teléfono para que los ciudadanos presenten sus quejas contra el alquiler turístico, qué alivio. Y como consecuencia de la hiperactividad de la mesa , el Fòrum de la Societat Civil dijo hasta aquí hemos llegado. El grupo ecologista GOB le siguió. Y ahora, coincidiendo con la celebración de Fitur, el PSOE, que aún es el principal partido de la oposición en Balears, ha anunciado su baja, calificando a la mesa del Govern de "medida de distracción".

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