Opinión | Tribuna

¿A alguien le interesa la Atención Primaria?

Un centro de Atención Primaria.

Un centro de Atención Primaria. / EP

Hace 46 años, el BOE del 2 de febrero de 1979 publicaba que «el médico de Familia constituye la figura fundamental del sistema sanitario». Pero viendo la realidad, en este inicio de año 2025, creo que algo nos hemos dejado en el camino. Desde hace años la Atención Primaria está en una situación crítica, que hace peligrar el funcionamiento optimo del sistema de salud. Paradojas de la vida.

Podríamos hablar mucho de por qué se ha llegado a este punto, pero no vamos a descubrir nada que no se haya dicho. Las debilidades parten de la infrafinanciación, mala planificación, así como una nefasta organización y gestión, durante años, esa es la realidad. Pero quizás sí podamos hablar de las consecuencias de todo lo citado, por parte de las diferentes administraciones, tanto de un color como del otro; y centrarnos, en la situación de nuestras islas, que es lo que realmente nos preocupa a los médicos y ciudadanos de ellas. Recordad que las transferencias en sanidad a nuestra comunidad se realizaron en diciembre de 2001, las funciones y servicios, así como los bienes, derechos, obligaciones, recursos humanos y créditos presupuestarios.

La situación en Atención Primaria era y es tan lamentable, que, en junio de 2022, 423 médicos (el 85% de los mismos en activo) de Baleares firmaron un escrito en el cual alertaban de la decadente situación de la Atención Primaria, exigiendo mejoras fundamentalmente estructurales para el sostenimiento de esta. Este hecho fue inaudito en nuestra comunidad autónoma y dejaba bien clara la situación de una primaria en estado crítico. Meses después y tras el inmovilismo de la conselleria de Sanidad, se planteó un aviso de huelga, que hizo recapacitar al Govern de aquellos años, firmándose el 22 de diciembre de 2022 un acuerdo que intentaba paliar la situación con nuevas medidas. Es verdad que algún punto se ha cumplido, pero a día de hoy, hay siete de los mismos que aún están en vías de cumplirse, parece mentira. Podríamos hablar de las aplicaciones restrictivas del acuerdo, de los contratos por horas, días o meses, etcétera; y todo esto 2 años después. Para cuando consigamos aplicar este acuerdo, ya habrá quedado anticuado.

Cuando finalizan la residencia, solo el 25% nuevos especialistas, que hemos formado, deciden quedarse en nuestras consultas. El resto huye de la Primaria a trabajar en urgencias hospitalarias u otras alternativas laborales

Los médicos de Atención Primaria hemos «normalizado» que no se sustituyan a los compañeros de vacaciones, de permiso o de baja, asumiendo su cupo. Hemos «normalizado» que las guardias de SUAP y PACS no se cubran con todos sus efectivos. La burocracia sigue comiéndose la gran mayoría de la consulta. Los pediatras en Atención Primaria no tienen relevo generacional. Las listas de espera en el propio centro de salud pasan de la semana y con la especializada es de meses. Consultas inagotables, empezando con 28 citados y acabando con 40 o 50. Echamos de menos la falta de prevención de las agresiones a los facultativos, cada vez más frecuentes y la falta de actuación, por parte de nuestros gestores de forma contundente contra nuestros agresores. Pero lo peor de todo es tener la sensación de tener a nuestros pacientes mal atendidos, creando un conflicto ético, de difícil solución. Y así podríamos enumerar un sinfín de razones, del porqué la Atención Primaria no funciona.

¿Pero, y el futuro? ¿Qué sucede con nuestros Residentes? Todo esto lo viven en el día a día de su formación. Maman ‘burnout’ desde que comienzan. Las plazas mires de médico de familia en las islas ya no se cubren, quedando desiertas un 20% de las mismas. Cuando finalizan la residencia, solo 1 de cada 4 nuevos especialistas, que hemos formado, deciden quedarse en nuestras consultas. El resto huye de la Primaria a trabajar en urgencias hospitalarias u otras alternativas laborales; incluso algunos deciden no incorporarse al mercado laboral… para hacérnoslo mirar.

Y ahora hablemos de las OPES, en este último proceso de estabilización 2022- 2024, esas ansiadas plazas en propiedad, ya ni se cubren. Han quedado vacantes 41 plazas en la categoría de Médico de Familia y 35 en Pediatría en equipos de Atención Primaria, plazas sin cubrir en nuestras islas. Insólito.

Todo esto alimenta un futuro negro no, negrísimo. No será por no haber advertido el problema, un año sí y otro también. Pero lo peor es que lejos de solucionarse, la administración tozuda como ella misma, se empeña en no solucionar. Cansan las comisiones, los Pactos, las buenas palabras y faltan hechos. El inmovilismo es cómplice de la situación. Urge tomarse la Atención Primaria en serio y no se está haciendo. Nos va el futuro de nuestra salud.

En el próximo artículo, abordaremos las propuestas que, desde SIMEBAL – CESM, consideramos indispensables implementar con urgencia en la Atención Primaria, la pieza clave de nuestro sistema sanitario balear.

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