Opinión | El ángulo

Todos los males del desastre

Es difícil analizar nada con esos números de desaparecidos, de fallecidos, con la ruina económica y material de la comarca de l’Horta Sur de Valencia. Porque eso debería ser siempre lo primero en que reparáramos, mientras se analiza la gestión o llenamos de historias humanas horas de información, ya saben el pueblo salva al pueblo.

El populismo no salva vidas, al revés, dificulta rescatarlas, como estamos viendo. El Rey se marchó de Paiporta pidiendo perdón con las manos antes de subir al coche, perdón por el abandono que han sentido durante cinco días en esa población o disculpas por una visita inoportuna que ha paralizado las tareas de limpieza y desescombro con una infradotación pública evidente. Es el último de los errores de un proceso repleto de ellos, y con responsables en cada caso que comenzó por atender tarde la alerta de la Agencia Estatal de Meteorología, esperando a ver si se cumplía la crudeza, calculando mal el riesgo de no parar la economía. El mismo debate que durante la pandemia vivimos con posturas enfrentadas entre comunidades autónomas.

Pues calculen cuatro años después, con casi todo el poder autonómico en manos del Partido Popular y un gobierno nacional del mismo signo político de entonces, resistente pero cada vez más debilitado por la necesidad de sus apoyos parlamentarios todo el tiempo. La colisión entre los dos partidos mayoritarios es del mismo calibre que el de las masas de aire que desencadenaron la DANA. Carlos Mazón no iba a renunciar al mando de la gestión, ni en la sede central de su partido le iban a dejar. Una vez reconocida su imposibilidad no iba a volver meses después al frente de la Generalitat. Pidió cicateramente al principio más medios al resto del Estado y dos días después de la constatación de lo evidente recurrió al poder central pero siempre sin renunciar al mando.

Y el presidente Sánchez, en total colaboración, eso no se le puede negar, fue dando a medida que iba llegando la solicitud, sin intervenir la autonomía como muchos le piden. Pero el cruce de declaraciones de unos y otros, pedid y se os dará, pedimos siete ministros aquí, Carlos Cuerpo o Yolanda Díaz son algunas de las solicitudes más rocambolescas, es incomprensible en esta crisis total de ese territorio. Vuelvan a envainar sus espadas, y acuerden y declaren juntos. Cogobernanza y colaboración de verdad aunque sea muy difícil pasar de la confrontación total a la colaboración. Hace nada el debate estaba en si se reunían o no con Sánchez, si se sentaban en la misma habitación así que el salto que se pide es gigantesco. Y o se da, o hay otros agentes políticos frotándose las manos.

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