Opinión

Amancio Ortega versus Elon Musk

Amancio Ortega

Amancio Ortega / EFE

¿Se imaginan al fundador de Inditex y la mayor fortuna de España, Amancio Ortega, en un mitin de Alberto Núñez Feijóo pidiendo el voto para el Partido Popular y lanzándose a la arena política con un discurso en solitario? Ortega es un hombre discreto, con un bajísimo perfil público y sin filiación política conocida, por lo que cuesta visualizarlo en esta situación que, en cambio, no es tan descabellada en otras latitudes y con otros empresarios.

Elon Musk, el hombre más rico del mundo, acompañó el sábado al candidato republicano Donald Trump en su regreso a Butler. Musk subió al escenario donde el 13 de julio el expresidente sufrió un atentado y lo hizo dando saltos de alegría, con los brazos en alto, antes de dirigirse a las masas con un discurso de apenas seis minutos.

Musk, fundador de Tesla y dueño de X, no pasará a la historia de la oratoria política por sus palabras en Butler, huérfanas de emoción y de sentido del humor, repetitivas y repletas de intoxicaciones apocalípticas en caso de victoria demócrata que él mismo sabe que no son verdad. Mintió sin pudor cuando dijo que los de Kamala Harris quieren eliminar la libertad de expresión, acabar con el derecho a llevar armas y alterar el proceso de votación. También, cuando aseguró que solo si gana Trump será posible preservar la Constitución y la democracia en Estados Unidos. En caso contrario, el 5 de noviembre serán «las últimas elecciones. Esa es mi predicción», dijo Musk, que alentó al público a registrarse y votar en las elecciones «más importantes de nuestras vidas».

En lo que sí estuvo más certero el también presidente de SpaceX fue al vaticinar que estos comicios tan reñidos y polarizados pueden decidirse por «un margen muy estrecho», de unos 1.000 votos o menos. Pero para llegar ahí no hacía falta todo lo anterior. Bien le valdría a Musk olvidarse del discurso del odio y de las teorías de la conspiración e imbuirse un poco del espíritu del callado Amancio Ortega.

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