¡Vivan los novios!
«He visto cosas que no creeríais». Debe ser que me hago mayor, pero la reflexión del replicante de Blade runner me asaltó la otra tarde en plena celebración porque no daba crédito. El novio, manteado; la novia, también; e izados ambos, sin poder levantarse de la silla, por un ejército de voluntarios como si fueran pasos de Semana Santa. Igual que varias mesas. Alguno de los suegros, pese a estar entrado en años, tampoco se libró de cumplir —aunque de forma involuntaria— el sueño de volar. Y antes incluso de terminar la comida, con servilletas al viento y corbatas reconvertidas en cintas del pelo, el exceso de entusiasmo ya había dejado KO a algunos —-y algunas— comensales.
Hace años que no asistía a una boda. La última había sido antes de la pandemia y es posible que el paso por ese agujero negro del que, afortunadamente, ya hemos salido nos haya dejado como herencia unas ganas feroces de disfrutar de los buenos momentos. Es verdad que ese día eran mayoría los treintañeros y eso suma mucho a la causa del despelote, pero tampoco advertí grandes diferencias entre las otras franjas de edad, ni por arriba ni por abajo.
Tocaba emborracharse de felicidad y eso no se negocia. Carpe diem. Me pareció un milagro que durante más de 10 horas se esfumaran, como por arte de magia, los elementos de esa bronca perpetua en la que nos estamos acostumbrando a vivir. Llegué a pensar que estas bodas 2.0, transmitidas casi en directo por Instagram, ejercen una especie de hechizo para reconciliarnos con lo mejor de la vida. Pero ya se sabe que la alegría dura poco en casa del pobre, en este caso del ingenuo.
Cuando aún me recuperaba de la sobredosis de fiesta, alguien me contó que en otra boda —esta por la iglesia—, a 600 kilómetros de distancia, había sonado el himno nacional durante la comunión; y que uno de los testigos —también treintañero— pidió a Dios, desde el púlpito, que nos proteja de los enemigos de España. O sea que la magia no es igual en todas partes, va por barrios. Pero como contra gustos no hay disputa, que cada cual se case o se descase como le salga del bolo. ¡Vivan los novios!
Suscríbete para seguir leyendo
- El próximo puente festivo en Mallorca: cinco días seguidos de descanso que podrán disfrutarse en este mes de primavera
- El PP y Junts tumban en el Congreso la gratuidad del transporte público en Baleares
- El emblemático Hotel Perú de Palma será reformado para acoger viviendas de lujo
- Bienvenidu...': así es el galimatías lingüístico con el que te recibe el teléfono para pedir cita en la ITV de Mallorca
- China Taste 2025 aterriza en Mallorca: todo lo que debes saber del popular evento para probar comida asiática a precios asequibles
- Fallece en Los Ángeles el actor mallorquín Francisco San Martín a los 39 años
- La gasolinera de Manuel Azaña exige a Cort que ejecute la orden de cierre de la estación de Avingudes
- Campeonato Burger Showdown en Mallorca: La mejor hamburguesa de la isla la elaboran en este pueblo y lleva estos ingredientes