¿Sabemos bien con cuántas cosas buenas de nuestra vida y cuántos frutos del espíritu humano acabará la que llamamos ya IA, como si fuera algo conocido?
El ingenuo buenismo con que estamos abriendo de par en par las puertas a la inteligencia artificial sin tomar la menor cautela merece un buen premio: la jubilación de la inteligencia natural, por ejemplo. Hay no obstante algunos inesperados focos de resistencia frente a la invasión, como la de los guionistas de Hollywood, que acaban de ganar una importante batalla para que la IA no colonice o devaste las historias, historietas o simples gags fruto de la inteligencia natural. Curioso, el armamento utilizado por los guionistas para montar su resistencia: sindicatos, piquetes, manifestaciones. ¡Tantos años anunciando la llegada del Gran Hermano y cuando se presenta con todo su poder solo tenemos palos y guadañas!