TRIBUNA

La oportunidad de la adenda al Plan de Recuperación

Juan Manuel Martín de Vidales

El Consejo de ministros de 6 de junio aprobaba la Adenda al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (en adelante, el Plan), con el que el gobierno español busca añadir más de 93.000 millones de euros adicionales a los cerca de 70.000 millones que ya forman parte del Plan original, aprobado el 13 de julio de 2021. Esos recursos suplementarios que podrá recibir nuestro país se distribuyen en más de 10.000 millones de euros en forma de transferencias no reembolsables y 84.000 en forma de préstamos.

Con ello, la cifra total a movilizar en el período 2021-2026 asciende a más de 160.000 millones de euros, lo que supone una cuantía sin precedentes (estimada en un 12% del PIB español), que debe servir para articular un fuerte proceso de recuperación y transformación en favor de la economía española.

Dada la relevancia y el alcance de esta Adenda, se ha generado un amplio debate en los últimos días sobre su contenido y sus implicaciones. Sin lugar a duda, la combinación de transferencias y préstamos que ofrece este Plan brinda oportunidades muy relevantes en diversos ámbitos, como la economía circular, la transición energética, la digitalización, la movilidad, la inclusión social y la competitividad empresarial. Estas oportunidades son valiosas tanto para España en general como para cada una de nuestras regiones y, sin duda también, para las Islas Baleares en particular.

En mi caso, me gustaría centrarme en un aspecto más específico, territorializado y destacar algunos elementos muy concretos de la adenda por lo que pueden suponer para la economía de las Islas Baleares:

Por un lado, y en una dimensión de naturaleza regional, la Adenda crea un fondo específico, el «Fondo de Resiliencia Autonómica», dotado con 20.000 millones de euros procedentes de préstamos, que se gestionará a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Este Fondo servirá para el desarrollo de proyectos de las Comunidades Autónomas en el ámbito de sus competencias. Esto es vivienda, servicios sociales, eficiencia energética, movilidad, etc. El nuevo gobierno que se conforme en las Islas Baleares tras el resultado de las lecciones del pasado 28 de mayo, tendrá en este Fondo la oportunidad de presentar proyectos y deberá ser muy activo a la hora de optimizar el aprovechamiento de estos recursos en beneficio de las islas.

Por otro lado, conviene remarcar la creación de unas dotaciones específicas para el sector del turismo dentro de uno de los principales Fondos creados dentro de la Adenda. En efecto, el Fondo llamado «Línea ICO-Empresas y Emprendedores» reserva una cuantía de 1.000 millones de euros para la digitalización, transición ecológica, entre otros ámbitos, de las empresas del sector turístico. Dada la relevancia que tiene este sector para nuestra economía, se hace evidente que estamos ante una oportunidad de dinamización del tejido empresarial de nuestras islas.

Más allá de estos dos elementos concretos y de las posibilidades de los 14 fondos que se dotan con recursos de la Adenda, así como de las oportunidades que ofrecen los 12 PERTE que quedan reforzados con la Adenda, nuestras islas y su sector turístico sigue echando en falta un PERTE o Plan Estratégico de Transformación y Resiliencia del sector para gestionar con mayor eficiencia los fondos europeos y poderlos destinar a proyectos transformadores.

Las oportunidades de la Adenda se hacen evidentes, pero a las mismas solo se llegará desde la proactividad y la iniciativa que debe mostrarse para lograr un aprovechamiento de estas. Animamos a empresas e instituciones a trabajar muy intensamente para ello.