John Keating en el Institut de Porreres

Miguel Vicens

Miguel Vicens

Hay un señor Keating en el Institut de Porreres, un audaz profesor de Literatura que ha arrancado en clase el capítulo introductorio del manual, ‘¿Qué es la poesía?’. Y ha repartido entre sus alumnos la novela gráfica El azul es un color cálido, la obra de la autora francesa Julie Maroh que en 2011 ganó el premio del público en el Festival de Angulema y dos años después inspiró la película La vida de Adèle, Palma de Oro en Cannes.

Aborda el despertar amoroso y sexual de una adolescente homosexual, con todas las ilusiones, dudas y frustraciones típicas de la edad . En definitiva, nada que sea ajeno a la realidad de un preadolescente de hoy, tenga la mínima madurez para darse cuenta de ello o no. Podríamos esconder esa realidad a nuestros jóvenes, intentarlo al menos como hoy hacemos con la muerte o el dolor, posponerla un poco más hasta que estén preparados y seguir anestesiándolos con la lectura de Las Fábulas de Samaniego, que los alejarán de la literatura para siempre. Pero sencillamente no es posible. La literatura debe conmover e interrogarnos a cualquier edad desde la primera línea. Y hacerlo por el lenguaje, por la fuerza de la narración, por las imágenes poderosas que sugieren las palabras, y por buscar la belleza y no un efecto práctico. La literatura inofensiva es literalmente un excremento

Pero nuesto audaz John Keating del Institut de Porreres ha sido acusado, en cambio, de «distribuir material pornográfico» a sus alumnos de trece años. Nada menos que por la Fundación de Abogados Cristianos, denuncia ante los tribunales que ha recibido el apoyo del Jorge Campos, el conseller de Educación y Cultura in péctore del nuevo Govern. Así que habrá que volver al capítulo introductorio de manual y a Las Fábulas de Samaniego. Y rezar para que los jóvenes no descubran en qué mundo viven.

Suscríbete para seguir leyendo

TEMAS