Desde el siglo XX

La inaudita impunidad que exhibe alguien como Cursach

Transcurrida una larga semana desde que el magnate blandió su pala de pádel en medio de una emergencia sanitaria parece que nadie ha investigado lo ocurrido

Cursach con su pala.

Cursach con su pala.

José Jaume

José Jaume

La secuencia chulesca protagonizada por Cursach, con al menos conato de agresión, ha sido plasmada en Diario de Mallorca con impagables fotos y magnífica crónica de Lorenzo Marina. Una ambulancia atiende a un joven con una brecha en la cabeza en plena calle, naturalmente se produce el atasco, algo que solivianta a Cursach, que, haciendo ademán de atizar con su pala, baja iracundo de su automóvil exigiendo que se le abra paso. La escena es llamativa, porque dibuja a una persona acostumbrada a que no se la contradiga. Una ambulancia taponando la calzada por la que ha de circular su automóvil es inadmisible, por lo que, eso sí, parapetado tras sus guardaespaldas, amenaza. Hasta aquí sucintamente los hechos. Veamos las consecuencias: de momento ninguna. Que se conozca, la Fiscalía, que lloró a moco tendido cuando le solicitó perdón por el calvario al que se le había sometido, no ha movido un dedo. Sí lo hizo para solicitar un montón de años de cárcel a la concejala Neus Truyol, lo que ha dado pie a un fenomenal rapapolvo del juez al fiscal. También, nuestra diligente Fiscalía, pide penas elevadísimas para Penalva y Subirán por la causa instruida a Cursach. No está demás averiguar si a un asesino en serie se le anuncian penas tan elevadas. Vamos bien, a la inacción de la Fiscalía hay que añadir la de la Policía, que tampoco ha considerado necesario, que se sepa, investigar las amenazas y conato de agresión, seamos indulgentes, y eso es sobresaliente, cuando se estaba atendiendo a un herido.

¿Qué ocurre en Mallorca con Bartolomé Cursach? ¿Es intocable? El plañidero fiscal que retiró todos los cargos, además de cubrirse de gloria u otra cosa, parece constatarlo. Estamos acostumbrados a que con ciertos personajes mejor no meterse, conviene no tenerlas tiesas con ellos. Así hemos discurrido durante décadas; si alguien se escandaliza lo hace en el ámbito privado, puesto que airearlo puede ser molesto en el mejor de los casos. Cursach indudablemente atemoriza, acogota, de eso no cabe duda; la sociedad mallorquina tiene unas pautas de comportamiento de lo más originales, que ha ido depurando, y en ellas está la de negarle el reconocimiento social a quien no es de su agrado, al que considera que no se lo merece. Cursach lo ha anhelado durante mucho tiempo, a la par que se iba enriqueciendo. Dinero mucho, muchísimo; reconocimiento social, ninguno: nunca lo obtendrá, y eso lo mortifica. Es lo que tiene bandearse como lo ha hecho el denominado magnate del ocio nocturno. Con lo de la ambulancia ha sido incapaz de contenerse: ahí está la foto en la que con el rostro crispado enarbola la raqueta dispuesto a ajustarle las cuentas a quien le está entorpeciendo.

No esperamos, tanta ingenuidad es excesiva, que la Fiscalía o la Policía decidan abrir unas someras diligencias informativas para averiguar lo acontecido. Tampoco moverá un dedo la delegada del Gobierno, inigualable calamidad política. No ha pasado nada. Un mal momento. Cursach simplemente perdió los nervios, ¿a quién no le sucede cuando una ambulancia que atiende a un herido obstaculiza su paso. Así que vayamos a otra cosa, que Cursach es magnate de altos vuelos.

Acotación previsible.- Que la campaña electoral será, está siendo, un aburrimiento absoluto era de prever, nada puede esperarse de una colección de candidatos, a izquierda y derecha, en los que la espontaneidad es atributo inexistente. Los debates, sin embargo, sí han servido para que se atisbe la supina inconsistencia de alguno (alguna) de ellos. Carencias notorias. En los diez días que quedan de campaña vamos a seguir en las mismas, nadie descollará, ninguna (ninguno) se atreverá a abandonar el guion que se le ha escrito. Además, para qué hacerlo si la campaña se mueve en el perímetro de ETA para la derecha, y no hay quien la saque del tinglado. Bildu es nauseabundo, así que lo mejor es no votarlo, que es lo que yo haría sin duda. En Vasconia obtendrá excelentes resultados. Mucho mejores que los del PSOE y PP.

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