Opinión | TRIBUNA

Un Primero de Mayo pensando en las personas y en la democracia

Este año celebraremos el Primero de Mayo, Día del Trabajo, inmersos en una situación de incertidumbre que, desde la pandemia, aún no hemos podido superar.

El esfuerzo de las administraciones, en su labor de diálogo y concertación social con sindicatos y patronales, permitió salvar muchas vidas y ayudó a los trabajadores y a las empresas a superar la mayor crisis acaecida desde el último conflicto mundial. Aun así, continuamos inmersos en inquietantes dudas derivadas de la guerra de Rusia en Ucrania, la escalada inflacionista y el cambio climático.

En medio de esta situación, nuestra comunidad mantiene récords en cuanto a ocupación laboral: la temporada pasada rozó el pleno empleo y las expectativas son inmejorables para la presente. Sin embargo, en cuanto al salario -a pesar de los logros alcanzados en la negociación colectiva- amplias capas de la población trabajadora no consiguen unos niveles de ingresos que les permita llevar a término un proyecto de vida digno. La constante subida de los precios de la alimentación, la energía y la vivienda están haciendo que muchas familias, a pesar de tener trabajo, padezcan serias dificultades para llegar a final de mes.

Las peculiaridades de nuestro modelo económico, capaz de generar mucho empleo, deben complementarse con toda una serie de acciones que compensen la desproporción que suponen unos ingresos laborales que no cubren la totalidad de las necesidades de los sectores más desfavorecidos. En este sentido, desde el sindicato reclamamos un amplio acuerdo autonómico de rentas que actúe a nivel salarial, que comprometa a la administración en la resolución efectiva y urgente de los problemas de vivienda, que fortalezca los servicios públicos y tome medidas para hacer frente a la subida de los precios de los productos de primera necesidad y de la energía. No podemos consentir que los trabajadores y las trabajadoras sigan pagando una crisis que, en gran medida, ha sido el resultado de unos beneficios empresariales excesivos.

Desde CCOO de les Illes Balears, seguiremos apostando por profundizar en el diálogo y la concertación entre los agentes sociales y económicos y la administración, ya que, este instrumento de gobernanza política ha mostrado su eficacia en los peores momentos de la crisis; su consolidación debe comprometer la acción de gobierno de manera independiente a la opción política que prevalezca en cada situación.

Igualmente, no podemos dejar de mencionar la urgencia que tenemos como comunidad en afrontar el reto de acompasar nuestro tejido productivo y nuestra principal industria, el turismo, a las necesidades sociales y ambientales. El sector turístico debe saber conjugar el empleo de calidad con el respeto al entorno natural y a la sociedad que lo acoge.

Este Primero de mayo no puede sustraerse al hecho de estar a las puertas de unas elecciones autonómicas, insulares y locales. El sindicalismo de clase y confederal que representa Comisiones Obreras se basa en el convencimiento de que la acción política es un elemento de primer orden a la hora de proteger y mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora; por esto, no es lo mismo que gobiernen unos o gobiernen otros.

Vivimos tiempos en los que existe el riesgo real de que opciones reaccionarias puedan ocupar responsabilidades de gobierno, como ya sucede en algún ayuntamiento y comunidad autónoma. Ante esto, como sindicato, queremos hacer frente a las propuestas políticas que nos harían retroceder en derechos y libertades. Por eso hacemos un llamamiento a la participación democrática de los trabajadores y trabajadoras de nuestras islas para que ejerzan su voto en conciencia, en conveniencia y en defensa de nuestros intereses de clase.

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