Tribuna

Vivienda en Baleares: Un Año Perdido

Hans Lenz

Hans Lenz

En pocos días se cumplirá un año desde que se aprobó en el Parlament Balear la creación de un Grupo de Trabajo que estudie la posibilidad de crear una limitación de compra de vivienda por parte de no-residentes en Baleares.

Han corrido ríos de tinta, se han generado incesantes debates alrededor del problema de falta y precio de vivienda que sufren las Islas Baleares y sus residentes. Durante este año no ha habido todavía pronunciamiento oficial sobre los avances del Grupo de Trabajo, del cual poco conocemos, pero sí que se han incendiado los medios de comunicación y parece no haber un tema más importante en los anuncios preelectorales que consiguen polarizar nuestra sociedad más que nunca.

Entre algunas ocurrencias cortoplacistas generadas por el hambre de titulares que mueve la política moderna, brotan diariamente cifras sobre la alarmante situación en la cual nos encontramos. Lamentablemente, las fuentes de las estadísticas usadas son tan diversas, como a veces también interesadas en encontrar un espacio en los titulares en los medios de comunicación. No tenemos una medición neutral y segura sobre los datos que nos arrojan los periódicos a diario.

Lo que en todo caso es irrefutable, es que la situación en la que nos encontramos es muy grave y que está empeorando. Podemos decir claramente que las recetas que se han aplicado en los últimos años no han funcionado. Además, es evidente que saltarse las advertencias de crecimiento poblacional durante dos décadas y seguir girando la cara ante los aumentos de población que nos indica el infalible INE para los siguientes 15 años es una auténtica irresponsabilidad. ¿Dónde vamos a meter 300.000 nuevos residentes en Baleares hasta 2037 si ahora ya nos encontramos en esta situación?

La triste realidad es que por decisión política los planeamientos urbanísticos actuales y los que se encuentran en tramitación pasan completamente por alto esta realidad. Además de crear 19 modificaciones legislativas en cuatro años: un verdadero festival de decretos, leyes y planeamientos que genera un extraordinario caos interpretativo, retraso y falta de seguridad jurídica al sistema, se ha eliminado de un plumazo el crecimiento de 20.000 unidades en el parque de viviendas de Baleares.

Curiosamente, según cálculos de la Comisión de Construcción, éstas son las viviendas que necesitamos para distensionar el mercado de la vivienda para la población actual, sin todavía ser suficientes para el aumento de población previsto. Nos hemos quedado huérfanos de esta opción y con los decretos posteriores es altamente improbable que recuperemos estos espacios.

El Colegio Oficial de Arquitectos de las Islas Baleares deja las cifras muy claras. Mientras en los años 70 producimos 15.000 viviendas nuevas por año, en los años 80 19.000 y en la década de la burbuja inmobiliaria 11.000, desde la década 10 y 20 de nuestro siglo justo llegamos a las 3.000 nuevas viviendas al año. Expresado de otra manera: en la década de los 80 construimos 3,58 viviendas por nuevo habitante en Baleares y en la década en la que nos encontramos generamos 0,3 viviendas por nuevo habitante. No cabe duda que no vamos a ser capaces de generar las 7.000 viviendas nuevas / año que necesitamos para la población residente.

¿Es esto un urbanismo desbocado? Más bien es un sistema de vivienda totalmente arruinado por decisiones que hunden a quien más deberían proteger.

La ya famosa iniciativa de limitar la compra de no-residentes no cambia este deprimente panorama. Además de haber recibido todas las advertencias - incluida la del Gobierno Central - alertando sobre su ilegalidad, denunciamos que no arreglará jamás la carestía de vivienda en Baleares. La campaña política en la que se han enfrascado los partidos del Pacte no quiere reconocer esta realidad y su huida adelante pone todavía más en riesgo al ciudadano balear.

Limitar y poner prohibiciones sobre un bien escaso, no va hacer que éste sea más barato o accesible. Las políticas llevadas a cabo en los últimos años han llevado a un extraordinario encarecimiento y secuestro de recursos altamente necesarios debido a la especulación han generado o la falta de instrumentos que incentiven su aprovechamiento. Generar las condiciones para que se pueda construir vivienda digna es obligación del Estado y no alcanzaremos el objetivo sino cambiar drásticamente el rumbo en el que nos encontramos. Tenemos que inmediatamente crear vivienda reservada para los residentes en Baleares.

Las soluciones al problema de vivienda en Baleares que planteamos desde el sector son:

  • Exigimos un pacto entre todos los partidos para actuar de manera determinada en un plan de vivienda para Baleares a 20 años, con un acuerdo para mantener esas políticas.
  • Estabilidad normativa, seguridad jurídica y eficiencia en la tramitación, eliminando todo lo que no aporte valor al ciudadano y genere arbitrariedad al sistema.
  • Adaptar la normativa urbanística urgentemente a las necesidades de la sociedad actual, aportando mayor flexibilidad y máxima eficiencia a los espacios urbanos disponibles.
  • Crecer en altura y densidad, igualar alturas en zonas urbanas. Generando espacios sostenibles, saludables y respetuosos con el medio ambiente.
  • Permitir cambios de uso a suelos urbanos no aprovechados para generar vivienda a precio asequible con nuevas tipologías: coliving, senior & student living.
  • Establecer un programa de cesión de suelo público en régimen de derecho de superficie para el desarrollo de vivienda a precio asequible.
  • Dotar al sector inmobiliario de instrumentos e incentivos necesarios para poder volver a generar vivienda a precio asequible para la sociedad Balear.
  • Incentivar con más recursos públicos la compra y el alquiler para jóvenes y personas vulnerables. Hay que destinar mucho más dinero de la ingente recaudación en impuestos generados por la compra venta de viviendas a los más desfavorecidos.
  • Reducir la enorme carga fiscal y el tiempo de espera para las licencias de obra ya que esto encarece de forma desproporcionada la vivienda.
  • Modernizar, homogeneizar y digitalizar los procesos administrativos relacionados con la vivienda, eliminando las trabas burocráticas que la encarecen.
  • Dar salida a edificios obsoletos para que se pueda generar vivienda a precio asequible con una normativa que funcione.
  • Incentivar la puesta en alquiler de viviendas vacías e incrementar la seguridad jurídica para arrendador y arrendatario.
  • Incentivar la utilización de materiales de construcción locales, sostenibles y reciclados para así potenciar a la industria local y favorecer la tan necesaria Reindustrialización del Archipiélago.
  • Establecer una Mesa de Trabajo de Vivienda Balear entre sector privado y público con el crear un Plan de Vivienda Asequible para Baleares que defina y desarrolle las soluciones al acuciante problema de vivienda que tenemos en las islas.