Acoso y derribo al libro

Àlex Volney

Àlex Volney

Estos últimos días se están haciendo anuncios a bombo y platillo. Pronunciamientos no muy matizados del descontento en las ayudas del sector cultural. No corresponde a servidor echar más leña al fuego, pero me temo, y me consta, que no se está siendo leal a la más estricta realidad y me refiero a lo que al «món del llibre» o «món editorial» se refiere. El debate da para mucho y las soluciones pueden parecer fáciles, pero el pastel es un pastelillo y la avidez es daliniana. Sorprende bastante la gran convergencia que hay entre cierta información poco contrastada y el raquítico análisis sobre el sector, con la tremenda facilidad de difusión de ambiguas declaraciones que a veces representan a muy pocas personas que utilizando ese altavoz sugieren el fin del mundo cuando puede, o debería ser, el principio de otra cosa. Al menos de empezar a analizarlo todo con detalle algún día. El reto más peligroso y relevante en este fin de año y principio del siguiente no es, para nada, atendido. Desde esta página se hace un llamamiento al Govern de les Illes Balears y a su Presidenta, Francina Armengol, para que atiendan y revisen los detalles. Los «ávida dollars» están mucho más por el pastel y su correspondiente cacho que por atender las más auténticas amenazas que se ciernen sobre el futuro del Libro. Este sector que da de comer a tantas familias y del que dependen otros colectivos no menos importantes y nunca representados. Está claro que se exige cierto pedigrí o parece que se cuentan apellidos, pero dejémoslo aquí.

Columnas de humo a parte, la amenaza más seria que se cierne sobre el libro, hoy, es la pérdida de legitimidad del papel. En esta aceleración de acontecimientos, cada vez son más las voces que lo tienen claro incluso a la hora de ver desaparecer la moneda en un lustro. Vamos atendiendo «sorpassos» en muy distintos registros. Todo de golpe y en pocos meses. El último, el que promueve y ha aprobado en forma de rodillo La Biblioteca Nacional de España que es la misma donde van a parar dos ejemplares de cualquier obra que se edita en territorio del Estado Español. Cuando es una publicación hecha en Mallorca quedan dos más aquí en la oficina del Depósito Legal, en la Misericordia, de lo que en total son cuatro ejemplares, como mucha gente sabe, pero que a partir del 1 de enero de 2023 van a ver incrementada la exigencia a un desconcertante envió previo del mismísimo archivo en pdf del original que se estará trabajando y deberá recibirse antes de la edición. Sí, deberá entregarse el documento, en formato digital, antes de publicar. Este auténtico atraco a mano armada lo es por la simple razón de encontramos en un país donde los autoproclamados constitucionalistas son los primeros en vulnerar la carta magna cinco veces al día como mínimo y luego atreverse a predicar. Beneficioso será solamente para aquellas y aquellos a los que les subvencionan incluso ir al baño.

El mismo país donde los documentos en forma digital realizados en las universidades en forma de trabajos final de carrera, tesis doctorales u otros son de forma mágica distribuidos, enviados y otras veces, incluso, vendidos a plataformas o empresas (la sonrisa de cartón incluida) sin el consentimiento, ni el conocimiento, de sus autores. Se anuncia que van a ser «rigurosos» y ese es el gran cuento donde las normas solo sirven para saltárselas. España: hecha la ley, hecha la trampa. Qué gran respeto por este clásico, el más vigente. Nos estamos refiriendo a la Ley 8/2022, de 4 de mayo, por la que se modifica la Ley 23/2011, de 29 de julio, de depósito legal. Correspondiente a la publicación del BOE núm. 107, de 05/05/2022 que entra en vigor 02/01/2023: «4.El archivo digital previo a la impresión de la publicación de todas las publicaciones descritas en el artículo 4.3, letras a) y c), será depositado por los editores en el servidor del centro de conservación de la Comunidad Autónoma que corresponda, así como en el servidor que la Biblioteca Nacional de España tenga dispuesto para tal efecto.

La Biblioteca Nacional de España podrá facilitar la consulta de las referidas publicaciones en soporte digital en los centros de conservación de las distintas Comunidades Autónomas utilizando medios seguros de acceso, respetando la legislación sobre protección de datos de carácter personal y propiedad intelectual».

Todo contra las librerías. Feliz Navidad queridos y aplicados Reyes Magos de la promoción del pirateo.

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