Tierra de nadie

Motivos de asombro

Juan José Millás

Juan José Millás

Novela es lo que decimos que es novela del mismo modo que realidad es lo que decimos que es realidad. Hay novelas extravagantes como hay realidades extravagantes, pero la extravagancia, en la novela, es una virtud. Si de vez en cuando no se saliera alguien del camino, escribiríamos siempre lo mismo. Viene todo esto a cuento de un libro que acabo de leer: Guía práctica del llanto, de una desconocida Laura de María. Aunque el relato posee un hilo conductor que recorre y somete a unidad todos sus capítulos, lo que mí me ha interesado, más que la peripecia global, son las historias de las que está compuesto, pues a la vez de ser una novela extravagante, podría considerarse también como una sucesión de reportajes, todos inauditos y de gran interés precisamente por su originalidad. Yo no había leído, por ejemplo, nunca nada sobre Cienciología, pero resulta que aquí hay un capítulo interesantísimo sobre el tema en el que aparece Travolta, del que no sabía que pertenecía a esta secta, o lo que sea, fundada por un escritor de ciencia ficción. Ignoraba también que, en Japón, hacia 1950, se fundó un movimiento basado en las virtudes terapéuticas del llanto (de ahí el título del volumen). Interesantísimas asimismo las incursiones de los personajes en el mundo del psicoanálisis y en las investigaciones que sobre el mundo del Ello llevó a cabo en su día Georg Groddeck, discípulo de Freud.

Guía práctica del llanto, sin dejar de ser una novela extravagante y una suma de reportajes, podría ser tomado por un conjunto de relatos breves que Pol y Lea, los personajes principales, se cuentan mutuamente para aliviar la dureza de sus vidas. No podemos cambiar el pasado, pero sí el modo en el que nos lo contamos, y eso es lo que intentan. La capacidad fabuladora de Laura de María es notable. Gracias a ella, y dentro de cada capítulo raro, asistimos a otra u otras singularidades narrativas, como si su repertorio de sorpresas careciera de fondo. Una novela, en fin, que se mueve por los suburbios de la novela, por sus afueras, por los barrios periféricos de la novela convencional. Si usted es aficionado a salirse, en los viajes, de las rutas turísticas más trilladas, quizá encuentre como yo en estas páginas motivos de asombro con los que sobrellevar las difíciles tardes del invierno.

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