Parece mentira lo que nos ha sucedido en quince días, lo que ha llenado las informaciones y opiniones mediáticas y lo rápidamente que ha pasado a mejor vida, aunque acabe por tener consecuencias. Dejemos constancia de diez cuestiones para caer en la cuenta de este fenómeno sobre el que tendríamos que pensar muy despacio: cada vez más, la realidad supera nuestra capacidad de asimilarla, pero el lenguaje con que se nos comunica esa realidad es el que la construye de forma definitiva. Que ahí reside la gravedad del caso.
1. Resulta que un tal Elon Musk, un solo individuo, controlará el espacio de comunicación política más importante del mundo, como es Twitter. Pero es que además, si la justicia no lo remedia, pondrá en la calle al conjunto de sus trabajadores. Así, sin más. Y todo ello arguyendo que, de esta manera, se conseguirán mayores cotas de libertad. Cuídense.
2. Muchos profesionales se marchan de España por razones salariales. Los precios suben por la inflación y la inflación es relativa al calentamiento global y la guerra de Ucrania. En algún momento, la desigualdad deberá afrontarse si queremos tener la fiesta en paz. De momento, paros, manifestaciones y huelgas sobrevienen en cadena, y uno se pregunta si la Administración será capaz de afrontar un desafío tan global y crudo. La crisis de este 22 exige que los partidos coloquien y vayan más allá de sus esquemas maximalistas. Y que todos estemos preparados para vivir de una manera más austera y sobria.
3. El espectáculo diario para renovar el CGPJ, por parte de unos y de otros, es tan deleznable que uno se pregunta si realmente hay división de poderes en la vida cotidiana española. Mandan las ideologías, que sustituyen la libertad judicial. Sin que la mayoría de jueces diga una palabra. Miserias.
4. Excelente artículo en estas páginas de Fernando Fernández, cargo relevante de nuestro Govern, en el que sale al paso de la decrepitud del campo mallorquín, y nos indica que desde 2003 el modelo de relaciones laborales en el sector no se ha transformado. Sin campo no hay alimentación, y sin alimentación suelen surgir grandes manifestaciones. Lógicas.
5. Los que vivimos aquellos momentos, sabemos que tanto Adolfo Suárez como Felipe González, con la inestimable colaboración de Santiago Carrillo y no menos del Cardenal Tarancón, consiguieron que la dictadura franquista saltara hasta una monarquía parlamentaria mediante una Transición que acabaría por legislar una Constitución en 1978. Ahora está de moda negarles el pan y la sal. Mucho cuidado con el futuro.
6. Es coherente pensar alegremente que las victorias del ejército ucraniano se compaginan con la destrucción de las infraestructuras también ucranianas por el ejército ruso. Hay algo en todo esto que no encaja pero sí es capaz de abrirnos a un futuro inmediato mucho más cruel. Fiarse de las estrategias de Putin siempre es un grave error.
7. Albricias: los responsables de la salud mallorquina pública han decidido echar mano de la colaboración estratégica de la sanidad privada, y derivarán 900 casos mensuales. No es cuestión de optar entre lo público y lo privado porque lo que importa es el paciente y las listas de espera. A paciente tratado, legislación posible.
8. Cuando casi todos creíamos que el trumpismo agonizaba, resulta que el hombre del pelo amarillo reaparece como candidato en las próximas elecciones norteamericanas, y con posibilidades de vencer, dada la falta de punch de los demócratas. Sería una tristeza que a Biden le sucediera lo mismo que a Carter. Miedo me da.
9. Xi Jiping arrasa en el reciente congreso del partido comunista chino, pero lo único que deja medianamente claro es que está junto a Putin… en la distancia, para mantener su proyecto económico. Aunque parezca mentira, se hace necesario interpretar con urgencia el pensamiento de este hombre. Y para esta tarea recomiendo Le Monde Diplomatique. Una delicia.
10. No acabo de comprender todo el asunto de los fondos europeos a su paso por España. Suponemos que nos llegan, pero parece que se atascan entre nosotros. Sería terrible y casi cómico que acabáramos castigados por la UE ante nuestra falta de celeridad como país receptor. En ocasiones, y en todas las épocas, somos incomprensibles.
Solamente se trata de un añadido rápido: de todo cuanto ha sucedido en esta quincena, lo más triste es la marcha de las Hermanas de la Caridad de su Residencia palmesana. Si es el lenguaje el que construye la realidad, sobre todo el lenguaje mediático, es el amor el que la soporta. Andemos con cuidado a que, sin darnos cuenta, deconstruyamos tanto el amor que nos quedemos sin soporte.
