La presidenta Armengol lleva semanas de bolos con sus anuncios de ayudas fabricados desde el debate de política general para sacar rédito electoral con dinero público a la caza de votos a ocho meses de las elecciones. Sin embargo, por mucho que la maquinaria de propaganda del Govern intente convencer de lo contrario, los grandes damnificados y olvidados de las políticas de Armengol y de Sánchez son las clases medias, los autónomos y, en definitiva, los de siempre.

Porque fuera de la burbuja de las instituciones, fuera de la moqueta y del peloteo subvencionado hay familias que lo están pasando realmente mal. Hacen falta soluciones eficaces y valientes. Porque lo que de verdad quita el sueño a las familias de Baleares son las dificultades para llegar a final de mes, o sus proyectos, comercios y negocios; la situación en los centros de salud; la falta de vivienda asequible; la falta de oportunidades para los jóvenes y el aumento desbocado de los precios y de las hipotecas.

Reforzar el Estado del Bienestar, sí, pero no a costa de asfixiar a las clases medias, a los superpagadores y nada-receptores, que sólo hacen que pagar y no reciben ninguna ayuda y son los que mantienen el sistema sin saber si en el futuro cobrarán pensiones.

Frente a su modelo intervencionista de la economía basada en la prohibición, la subvención y ayudas directas aumentando la deuda pública y sin un plan de ajuste de la propia administración sobredimensionada; los liberales defendemos un modelo de progreso apostando por rebajas fiscales a las clases medias, por la racionalización y eficiencia del gasto público, así como apoyando a los sectores productivos para generar empleo y repartir la riqueza.

Llegar a fin de mes en Baleares, cada vez es más difícil con el quinto salario medio más bajo de España. Somos la comunidad con la cesta de la compra más cara de todo el país, la cuarta comunidad autónoma con mayor tasa de fracaso y abandono escolar temprano con un 15,4%, así como la región con más presión fiscal. Baleares lleva liderando durante 33 meses la subida del precio de la vivienda y también el encarecimiento del alquiler de la vivienda.

Y miren, yo no me alegro en absoluto de estos malos datos como sí hacen otros partidos de la oposición. Desde Cs, hoy yo puedo hacer crítica con la legitimidad y la autoridad moral de quien siempre ha hecho y seguirá haciendo una oposición constructiva y propositiva. Porque no entendemos la política de otra manera. Hemos tendido la mano durante la pandemia y la recuperación económica y seguiremos haciéndolo siempre que consideremos que es bueno para los intereses de los ciudadanos de nuestras islas. Porque los ciudadanos nos han elegido para aportar soluciones y garantías de futuro. Y no para generar más problemas, para hacer ruido o para generar crispación. Ahora bien, saben que no cuentan con nosotros para blanquear sus delirios populistas, nacionalistas e intervencionistas. Para eso ya tiene a sus socios preferentes y en ocasiones a El Pi.

El Govern de Armengol y sus socios suspenden en políticas de acceso a la vivienda, en gestión sanitaria, en igualdad de oportunidades y libertad educativa; suspende en la llegada de los fondos europeos al tejido productivo y a nuestras pymes y autónomos; suspende en racionalización y eficiencia del gasto público; y suspende en democracia parlamentaria con su abuso de la figura del «Decretazo» como vía ordinaria legislativa y regulando a golpe de clic en el BOIB.

En definitiva, cada día que pasa, con este gobierno lastrado por sus socios, es un día perdido para Baleares y los ciudadanos de estas islas ya se han dado cuenta. Ahora sí, yo creo que podemos decir que está llegando la era final del Pacto de Retroceso.

Sin embargo, esto no significa que nos tengamos que conformar con lo menos malo, con los de siempre, con el recambio conservador que no ilusiona ni a los suyos. Porque el conformismo, el conservadurismo, igual que el sectarismo, solo seguirán lastrando nuestra Comunidad.

Yo quiero para mis hijos, y para todos los ciudadanos de estas islas, una Comunidad renovada, abierta, libre y moderna que garantice la igualdad de oportunidades y atraiga talento. Que mire al futuro, con instituciones transparentes, que piense en los emprendedores, en las familias, en los autónomos, en las clases medias y en los jóvenes.