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Emma Riverola

ERROR DEL SISTEMA

Emma Riverola

La expulsión de tantos paraísos

El desprecio al pacto y el descaro en la mentira son modos de subvertir la democracia, laminando un ideal político que creímos irrenunciable

El origen del ser humano en la Tierra es fruto de la desobediencia. Esta premisa mítica y fundacional se encuentra en el colosal poema del Paraíso perdido, de John Milton (1667), y en la brillante adaptación teatral de Helena Tornero (Teatre Romea). Si el inglés trazó un Satanás rebelde y contradictorio, enfrentado a Dios porque quiere ser libre, Tornero aporta una Eva consciente de su rebeldía al morder la manzana: «Quiero ser libre. Quiero salir de aquí». Y así, el mundo, nuestro mundo, la humanidad, nace de una, de múltiples expulsiones. Satanás desterrado del cielo. El hombre y la mujer, del paraíso. Y el ansia de libertad como pulsión esencial, irrenunciable, imperiosa.

Ese querer salir de aquí de Eva es un eco antiguo que sigue resonando en nuestros pasos. También la sensación de pérdida. El ideal del paraíso se nos escurre entre los dedos. El progreso ya no es un camino directo hacia una sociedad mejor. Cierta élite política, financiera y tecnológica se erige en el dios del control y la manipulación de la ciudadanía. A su vez, es incapaz de proteger un planeta que presenta signos inequívocos de fatiga. Un dios que roba la libertad y cuartea el paraíso real.

«Lo que es sustancial de este movimiento fragmentario y en proceso de construcción constante no es el carácter revolucionario capaz de promover un cambio radical del sistema, como fueron los movimientos de izquierdas del siglo pasado, sino que representa un cambio en la consciencia de las personas que las reafirma en la certeza de que es posible actuar y crear un futuro diferente», afirma Fèlix Riera en su sugestivo y sugeridor ensayo El retorn al bosc (Pòrtic, 2022). En él recoge posibles caminos de transformación que un magma de luchas y actitudes personales están esbozando.

Frente a esa voluntad de cambio, está la gangrena del sistema. No hace falta mirar a Putin, Trump o el rearme de la ultraderecha: las trabas injustificables e irresponsables del PP a la renovación del Poder Judicial o la defensa chusca de Francesc de Dalmases por parte de un sector de Junts son acciones coincidentes en una misma infección. El desprecio al pacto político y el descaro en la mentira son modos de subvertir la democracia, laminando un ideal político que habíamos creído irrenunciable. Los gobiernos se enfrentan a múltiples crisis, también las que la propia política genera. O se tejen complicidades con la ciudadanía o se la expulsa de un ideal de esfuerzo colectivo. En este caso, difícilmente podrán afrontarse los retos del futuro.

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