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Josep Maria Fonalleras

Shakira y los clásicos

La poesía amorosa tiene al menos tres vertientes. La voluntad explícita de conseguir los favores de la persona amada; la constatación en presente del amor apasionado hacia esa persona, en la que se incluyen las virtudes magníficas que la rodean y el deseo de consolidar la relación; y la evidencia del desamor, que deriva en dos opciones contrapuestas: el retorno a los momentos felices que se han desvanecido definitivamente o el rechazo sistemático a todo lo que fue significativo en la relación amorosa, un rechazo que incluso nos aboca al desprecio o al insulto. Y, en medio, una solución intermedia, que es la que formuló Catulo: «Odio et amo. Quare id faciam, fortasse requiris. / Nescio, sed fieri sentio et excrucior». Es decir: Odiamos y amamos a la vez y no sabemos por qué, pero es así y eso nos tortura.

No estoy seguro de que Shakira haya estudiado a los clásicos latinos. Sus rimas son algo más superficiales y ñoñas («tú en lo tuyo y haciendo lo mismo, siempre buscando protagonismo»), aunque, quizás sin saberlo, reconstruye los versos de antes cuando canta, en Melancolía, que «este amor no ha muerto, pero está delirando ya». Amor y odio.

Es más probable que conozca las famosas Baladas líricas de William Wordsworth, el poeta romántico inglés. En el prefacio de la segunda edición (1800), definió qué debía ser la poesía. Dijo que «es el desbordamiento espontáneo de sentimientos poderosos» y después añadió: «Tiene origen en la emoción evocada en la tranquilidad». Shakira se quedó con la primera parte de la reflexión. Lo que nos agobia, nos desata, exulta o hunde, es la materia prima de la poesía. El desamor, por ejemplo. El abandono, la pérdida de la persona amada. Shakira no se ha fijado en que el secreto es soltarse, hacer caso de los «sentimientos poderosos» al cabo de un tiempo, en la «tranquilidad» de quien ha medido las fuerzas centrípetas de la tristeza y es capaz no de naufragar en el presente, sino de emerger al cabo de los días.

Ahora que se pasa toda la jornada componiendo canciones sobre la ruptura con Piqué, sería bueno que alguien le recomendara los consejos de Ovidio en los Remedia amore. El poeta dice que no es necesario entrar en detalles del abandono y que es mejor intentar no hablar de las relaciones con la expareja. Ovidio también aconseja evitar ciertos tipos de comida y no abusar del alcohol, pero este es un asunto íntimo de Shakira que, como todos los demás, ni me va ni me viene.

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