Durante los últimos meses se ha comentado mucho sobre el aumento del precio de la vivienda en Baleares y cómo esta situación está provocando una huida de promotores hacia otros territorios para realizar según qué proyectos. Uno de los principales problemas es que nos hace falta suelo urbanizable y debido a la situación actual los precios son muy volátiles, lo que nos impide prever cuál será el coste final de venta de una promoción. No parece que esta situación pueda solucionarse pronto. Mientras tanto, no deja de llegar demanda y aumentar la población.

Una de las tendencias que se perfila en la isla como solución es la copropiedad, la cual permite que varios propietarios se conviertan en accionistas de una vivienda y acceder a propiedades (lujosas o no) que están de dos a ocho veces por encima de su presupuesto. Es un modelo que funciona muy bien dentro del mercado americano, el cual ha llegado a Mallorca con el aterrizaje del vuelo directo de Nueva York a Palma de la compañía United Airlines este verano.

La copropiedad funciona como una Sociedad Limitada que permite a los accionistas disfrutar de un determinado número de días al año el uso de la vivienda en proporción a sus participaciones. Los gastos de la vivienda se dividen según su participación en la SL. En Mallorca es una buena solución, ya que hay extranjeros que demandan la isla todo el año, y generalmente, los suecos disfrutan de la isla en invierno, los escandinavos de la primavera y los alemanes prefieren el verano, por lo que no suelen compartir las mismas fechas de disfrute.

Una propiedad compartida ofrece muchos beneficios. La casa rara vez estará desocupada, por lo que el mantenimiento y los cuidados del hogar estarán cuidados durante el año. Según el número de acciones y propietarios de la casa, tienen mayor o menor disponibilidad.

La idea principal es compartir la propiedad entre mínimo dos personas y máximo ocho, idealmente entre cuatro. Una casa de dos propietarios ofrecería el disfrute de 180 noches al año para cada familia y de cuatro personas, 90 noches cada una.

El modelo es mucho más personal que una casa de alquiler. Bajo presupuesto, la empresa que gestiona la copropiedad se encarga de preparar la casa para recibir a los accionistas tal cual la han dejado. Con la misma vajilla y su ropa en el armario, para así sentirse realmente en casa.

Es muy sencillo reservar tus fechas especiales hasta con dos años de antelación, si queremos celebrar una ocasión especial en casa (como una boda, un bautizo o un cumpleaños), gracias a una aplicación que comparten todos los propietarios. La puerta de entrada solo puede abrirse cuando el accionista ha reservado la vivienda.

La copropiedad ofrece tres tipos de estancias. Las Estancias Generales permiten a los propietarios disfrutar de una semana cada uno de forma rotativa hasta un máximo de seis. Una vez se han completado las seis estancias, se pueden reservar las siguientes. Las Estancias Exprés posibilitan a cada propietario disponer de todos los días de uso que soliciten, siempre que no superen la totalidad que tienen por derecho cada año.

El tercer tipo de estancia, es por días. Cada propietario posee el derecho de disfrutar de al menos ocho de los días especiales del año: en Navidad, Año Nuevo, Semana Santa, verano y los festivos según su país de origen.

En una isla donde comprar una residencia es el sueño de muchos, este modelo permite abaratar la inversión y apostar por la sostenibilidad para cuidar de Mallorca. El modelo existe, ahora los profesionales lo estamos extendiendo y pensamos que va a tener una gran demanda.