Facilitar la transformación de España es el propósito. Una frase que siempre debe guiarnos en las decisiones que tomemos alrededor de los fondos europeos, por difíciles que sean de acometer, porque es la esencia del dinero tan extraordinario que se nos da y que, junto a los presupuestos anuales, nos permitirá dar un salto transformador, rompiendo inercias.

Inercias en las ‘formas de hacer’, inercias en los instrumentos a utilizar….La inercia, es positiva si apunta en el camino adecuado, de lo contrario, será el imán que nos arrastre, y el esfuerzo se centrará en la justificación, tapando el coraje y el alma de pionero que toda transformación requiere, ya sea en una empresa, un país o una unión de países como la Unión Europea….

Llevamos dos años oyendo hablar de los ‘fondos europeos’. Sin embargo, el sentimiento generalizado es que “todo es muy complejo y su entendimiento corresponde a expertos en el conocimiento de la Administración Pública, economistas, analistas y consultores”.

Pero, si recientemente y en apenas unos meses, se movilizaron 138.000 millones de euros a través de las líneas ‘ICO Covid’, llegando a casi 750.000 pymes y empresas. ¿Cómo no vamos a movilizar, en pocos años, 77.000 millones en subvenciones y más de 70.000 millones en préstamos, provenientes de los fondos ‘Next Generation’?... Sencillamente, porque no tiene nada que ver.

Las ayudas ‘ICO Covid’ generaron una demanda en formato Big Bang, prácticamente de un día para otro, por el colapso de la liquidez y la actividad. La solución era financiera y las administraciones públicas junto a las entidades financieras abrieron sus puertas al unísono. Con los fondos europeos el modelo es mucho más complejo, con más actores: administraciones públicas configurando y publicando las condiciones legales de acceso a subvenciones, licitaciones, préstamos; pymes, empresas y autónomos intentando diseñar proyectos alineados a esas condiciones; pymes que ayudan a tramitar estas ayudas; pymes o empresas que implementarán los proyectos para las empresas solicitantes (p.ej. empresas que mejoran la eficiencia energética de otras empresas); y están las entidades financieras, financiando , aquellas partes de los proyectos no cubiertas por las ayudas, o anticipando fondos públicos. Casi nada.

Todo un ‘ecosistema’ de recursos públicos, procesos de interacción con el sector privado, de control del fraude, de la consolidación de información, de empresas especializadas en las tramitaciones diseminadas por la geografía, es decir, usando «vías de cercanías por donde se quiere lanzar un AVE».

Facilitar, habilitar, en definitiva, el ‘cómo lo vamos a hacer’ es muy relevante, pues puede llegar a sesgar o comprometer el ‘qué vamos a hacer’. Pensemos, por ejemplo, en una regla de base sencilla, 3 x 3 x 3:

  • 3 ejes marco de agrupación de grandes líneas de actuación para contribuir a un PIB creciente, cuya composición vaya cambiando, con la ayuda de reformas: (1) Actividades presentes más productivas y competitivas; (2) Desarrollo de actividades en fase de expansión mundial; (3) Formación de generaciones presentes y futuras para tener mano de obra que haga realidad la transformación.
  • 3 horizontes de desarrollo: presente, medio y largo plazo, porque no todas las líneas de transformación son hoy igual de maduras. No mezclemos horizontes, no balanceemos fondos hacia actividades de hoy, a costa del desarrollo de las de mañana por aquello de demostrar velocidad. Estaríamos dilapidando el legado de estos fondos.
  • 3 habilitadores que contribuyan a la velocidad de canalización, por la vía de hacer más sencillo el acceso a los fondos ‘Next Generation’: (1) Crear soluciones y procesos, a ser posible digitales, para interactuar con las administraciones públicas; (2) Facilitar una plataforma que centralice el acceso a las convocatorias, donde se ofrezca desde un servicio de gestión de una ayuda concreta hasta la gestión de un proyecto que requiere actuar con varias convocatorias públicas, o incluso la gestión integral de una empresa: «empresas ayudando a otras empresas»; (3) Estandarizar e incluir criterios básicos en las convocatorias que faciliten la canalización de los fondos públicos.

En definitiva, hacer más sencillo, atractivo y ágil el acceso a los fondos, no es solo una cuestión de Reales Decretos, sino también de proyectos en sí mismos orientados a esta finalidad. Es facilitar la transformación. Si queremos tener un AVE, pongamos vías de Alta Velocidad.