Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Antonio Tarabini

Entrebancs

Antonio Tarabini

Del malestar a las prioridades

Para conocer y evaluar una determinada crisis, sin duda, es necesario determinar sus causas y consecuencias. Pero también analizar las reacciones positivas y/o negativas que experimenta la ciudadanía, la opinión ciudadana que no siempre coincide con la opinión publicada. Por tal motivo la Fundacio Gadeso ha realizado hasta el momento tres investigaciones con el objetivo de conocer y evaluar cuáles han sido los distintos imputs (económicos, sociales, cívicos, políticos…) que han afectado a la ciudadanía desde la Invasión de Ucrania por la Rusia de Putin, el 24 de febrero de 2022.

El marco de vivir y convivir en un sistema democrático se fundamenta en la defensa de los derechos ciudadanos básicos, así como la posibilidad real de acceso con igualdad de oportunidades a los bienes y servicios; construyendo y participando en una sociedad sostenible y cohesionada. Como es lógico, este desiderátum no se cumple al cien por cien. Las crisis afectan a los individuos y a sus entornos familiares y sociales, a los derechos básicos, a la política, a la economía. En estos momentos desde la crisis financiera del 2008 estamos diseñando una sociedad dual y descohesionada. Estas situaciones concretadas en recortes de servicios básicos, paro e inestabilidad laboral, clases medias, en riesgo de exclusión y devaluación de las instituciones y clase política, que nos conducen inevitablemente no sólo a incertidumbres sino también a un incremento del malestar y de las inseguridades.

La primera investigación, principio de marzo, tuvo como objetivo conocer las reacciones primerizas ante la invasión de Ucrania. Quizás por lo inesperado, fueron radicales. Los resultados se pueden consultar en Quaderns Gadeso nº 417 Indignació, Terror i Incertesa. En estas líneas reproduzco los más relevantes. El 81% consideraba que el conflicto podía concluir en «una anexión de Ucrania a Rusia». Para un 71% implica un conflicto económico mundial. Y para nuestra socioeconomía: un 74.5% supondría un incremento de la inflación; para un 63 % la caída del turismo; y para un 54% un aumento del paro.

La segunda investigación, a mitad de marzo, pretendía indagar la repercusión que tuvo en la ciudadanía el incremento del coste de la vida (+7,5% ) en energía, electricidad y un largo etcétera (QG nº 418 Malestar Social, Causes i Consequencies). El tema es complejo. Por eso mismo, investigamos por una parte cuáles son las situaciones que provocan malestar; por otra cuáles son las consecuencias de ese malestar; y por supuesto cuáles son las soluciones que proponen los ciudadanos y ciudadanas para eliminar o al menos reducir dicho malestar. El malestar lo provocaba, y lo sigue provocando, nuestra coyuntura socioeconómica (con ribetes estructurales). 1º «Perdida de puestos de trabajo»: el paro preocupa a un 96%. Y 2º «Incremento de la inflación»: el coste de vida inquieta a un 92%.

La tercera investigación se realizó a principios de abril, aunque todavía no está editado el correspondiente QG. 419 Abril 2022 Del Malestar a les Prioritats. El trabajo de campo se ha realizado una vez conocidos los índices de paro correspondientes al mes de marzo : disminución relevante del paro y aumento de los contratos fijos, que suponen una consolidación y aumento de la actividad turística. Tal actividad se está consolidando, según la opinión de una mayoría de empresarios turísticos (especialmente hoteleros), no sólo en la ya próxima Semana Santa/Pascua sino también en la temporada alta. Tal opinión, sin negar su posibilidad, no se percibe tan factible en temporada media y baja especialmente entre las pymes y autónomos. Y entre la mayoría de los ciudadanos/ciudadanas, cuyo empleo/oficio es la actividad turística, no confían en un trabajo estable y temen excesivas cargas de trabajo. La actividad turística es una prioridad, pero con matices.

Otro dato muy relevante es la inquietud referida al aumento del coste de la vida. El Banco de España prevé una inflación alta todo el año y menos crecimiento. La entidad calcula que el IPC rondará el 10% hasta el verano, y luego empezará a disminuir; aun así, calcula una tasa media del 7,5% para todo el año. El crecimiento del PIB quedará en el 4,5%, casi un punto menos que en su anterior estimación. En consecuencia el desfase entre la inflación y el crecimiento puede resultar inviable, aun suponiendo una ocupación «digna». Y la pérdida de valor de los salarios supondría una perdida relevante de poder adquisitivo. La CEOE ya ha mostrado su negativa a aumentos salariales en relación con el IPC.

Otra prioridad imprescindible son los recursos fondos económicos y financieros. Unos procedentes de la UE, Next Generations. Otros del Gobierno español, Pedro Sánchez ha cifrado en 16.000 millones el coste del «Plan de Respuesta» al impacto de la guerra en Ucrania. Se basa en cinco ejes que abarcan ayudas a familias, trabajadores, desplazados y al tejido empresarial, así como medidas en materia de transportes, ciberseguridad y energía. A su vez nuestro Govern también ha aprobado su propio Plan de Choque con 25 medidas que suman más de 100 millones de euros. Y los Consells Insulars también han desarrollado sus propios Planes. Recursos económicos y financieros haberlos los hay. Ahora se trata de concretar las prioridades.

La clave puede estar en querer y saber objetivar las prioridades, no sólo económicas, pero no teniendo como modelo de referencia recuperar el quehacer del 2019. A su vez es imprescindible convenir los recursos económicos y financieros destinados a proyectos e inversiones estructurales que supongan un cambio en nuestra productividad y competitividad: poner en valor nuestro producto turístico más allá del precio, de la masificación y concentración en las temporadas altas.

Compartir el artículo

stats