Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

HOJA DE CALENDARIO

Pedro Villalar

Casticismo

«De la casta española –escribió Unamuno en En torno al casticismo- nadie habla en serio, y, sin embargo, hay casta española... porque hay castas y casticismos espirituales por encima de las braquicefalias y dolicocefalias habidas y por haber»...

Nuestra casta es lo que queda en el rincón de la historia después de haber apartado a los protagonistas y los acontecimientos. Diríase que este residuo inmaterial que forma nuestra esencia es cruel y poco amable, pícaro e insolidario, superviviente y buscavidas. Al mismo tiempo, inteligente y parca a la vez, el alma del pueblo es noble y ávida, y escenifica una pugna permanente entre los principios que enarbola y los abusos de que ha sido y está siendo objeto a manos de los más poderosos. Todas estas ideas no son más que un eco de leves sensaciones, pero muy penetrantes, y sus efluvios están en el Lazarillo y en Quevedo.

La casta de este país es capaz de la mayor abnegación, mientras sus elites, que también son parte inseparable del conjunto, roban a manos llenas. Y dejan esos rastros ambiguos que nos desesperan: ha habido mucho heroísmo en la lucha contra la gran pandemia mientras unos cuantos, de apellidos ilustres y emparentados con las esferas de poder, se han dedicado al latrocinio y han acumulado un gran botín. Esta es España, para lo bueno y para lo malo.

Compartir el artículo

stats