Opinión | HOJA DE CALENDARIO

El debate sobre España vacía

Sergio del Molino ha sido el principal impulsor del concepto de la España vacía, y es el teórico más relevante del debate sobre la reorganización territorial que precisa este país si quiere poner coto a una despoblación destructiva y racionalizar el sistema de relaciones campo-ciudad, que tiene tantas vertientes sociológicas como económicas.

Pues bien: del Molino ha publicado un artículo en el que lamenta que los movimientos contra la despoblación de Castilla y León se hayan constituido en partidos políticos para tratar de conseguir representación directa en las futuras Cortes autonómicas que se elegirán dentro de poco. A su juicio, si consiguen su objetivo, será una mala noticia ya que su representación reducirá un debate necesario de país a una negociación de concesiones.

La postura de del Molino es impecable, pero probablemente no soportaría una traslación racional de la teoría a la práctica. La descentralización del Estado, aunque consecuencia del Título VIII de la Constitución, se ha precipitado sobre todo porque los partidos nacionalistas o regionalistas periféricos han puesto toda la carne en el asador en pos del objetivo. Y caben pocas dudas de que el diputado representante de Teruel Existe ha hecho más por la redención de la España despoblada desde el escaño que todos los teóricos desde sus correspondientes tribunas. Si la España despoblada consigue una presencia no solo testimonial en las instituciones, la recomposición de los equilibrios de este país estará más cerca. Y quizá sea entonces cuando se tenga que debatir la dirección de avance. Hasta entonces, el activismo es la mejor manera de trabajar por la causa.

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