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Miguel Vicents

El mechero de Bonaparte

Un botón de uniforme hallado en la primera semana de noviembre en Cabrera, perteneciente al regimiento de línea 127 del Gran Ejército de Napoleón, y un fragmento de un antiguo encendedor de mecha, encontrado en Bellver esta misma semana junto a dos cuerpos de oficiales del mismo ejército, según las primeras hipótesis de los arqueólogos, han desenterrado de nuevo la historia del cautiverio francés en la isla y en la fortificación palmesana entre 1809 y 1814, durante la Guerra de la Independencia. Brutal e inhumano el primero, con algo más de 4.000 soldados muertos e incluso episodios de locura y antropofagia. Y algo más amable el segundo, pero también lleno de privaciones y abusos, en carne propia o en la de sus esposas, en unos años en los que Palma dobló su población como consecuencia de la llegada de refugiados que escapaban de la guerra y en la plaza de Cort cada ocho días se anunciaba la derrota de Bonaparte y cada mes su muerte. El botón de uniforme fue el primer hallazgo en Cabrera de la misión francesa que, con motivo del bicentenario de la muerte de Napoleón, estudió en noviembre las condiciones de vida de los casi 12.000 soldados confinados y abandonados a su suerte tras la batalla de Bailén . Y el encendedor de mecha, el objeto clave que ha permitido datar en aquellos mismos años los dos cuerpos hallados de forma casual en las obras de restauración de Bellver, donde a los oficiales de Bonaparte se les permitió vivir, así como también en conventos y destacamentos militares de Palma, hasta que con el fin de la guerra regresaron a Francia o fueron deportados a Inglaterra.

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