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Javier Cuervo

Artículos de broma | Baño de masas

Sebastián Monleón Estelles hizo la plaza de toros de Valencia a mediados del siglo XIX con su neoclásica evocación de la arquitectura civil romana. A estas alturas del siglo XXI el recinto para festejos taurinos funciona también como bañera de masas para los líderes del PP. A veces ese redondel es de sangre y arena; a veces, de sudor y gloria. El baño de masas valenciano es también un bautismo por inmersión con valor sacramental para el Partido Popular del que el líder sale santificado para los suyos.

En su reciente baño de masas de Valencia, 12.000 personas, Pablo Casado mezcló sales con aromas de centro y bombas de baño de extrema derecha que producen excitantes burbujas, pero en esta columna dan igual el susodicho que José María Aznar o Mariano Rajoy. Lo que interesa es el baño de masas -un remojón al que se va duchado, perfumado y vestido con traje y corbata y zapatos castellanos- un privilegio del espectáculo de la política mucho más placentero que la ducha de campaña electoral o que ese darse un agua con una entrevista amable cuando algo ensucia al líder político.

Los baños de masas, que están perfumados por el olor de multitud, se empiezan con temperatura templada y hay que ir subiéndola con el chorro de voz y el caudal de lemas hasta salir sudado por las axilas y chorreado hasta los lomos. Hay que secarse al acabar como después del baño de agua, vapor, barro...

La plaza de toros de Valencia tiene más capacidad y mejor agua que la sede madrileña del PP, donde Aznar y se dio baños de masas; Rajoy, baños de masas y duchas de agua fría. En Génova 13, Casado se lavó las manos de toda la suciedad y pelos con los que habían atascado el desagüe sus antecesores, aunque luego se baña con ellos en convenciones, debates, giras, charlas porque un baño de masas es más divertido si se juega con el pato amarillo de Rajoy y con la insumergible fragata antiaérea Aznar. Los baños de masas no tienen intimidad, son baños públicos, baños de público y en ellos, salvo que ciegue la ideología, se ve todo.

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