La gerencia de Atención Primaria dice que ha adaptado las agendas. El problema de las agendas médicas de primaria es que son infinitas: se crean agendas con unos 25 huecos y en el tiempo de consulta se van añadiendo más y más pacientes, hasta el infinito y más allá. En un mismo minuto pueden estar apuntadas varias personas para una misma consulta médica. ¿Qué hacemos, los visitamos de dos en dos y al mismo tiempo llamamos a algún otro paciente por teléfono? ¿O les proporcionamos una atención adecuada dimensionando las plantillas de médicos de forma correcta? ¿O dan la cara los responsables sanitarios y les explican a los usuarios que se ha de reducir la cartera de servicios porque no se dispone de médicos suficientes?

El IB-Salut ha asegurado que «se han mantenido las vacaciones y permisos habituales, facilitando con ello el merecido descanso de las plantillas habituales», pero se le ha olvidado decir que el descanso de unos es gracias a la sobrecarga de otros. Para que un médico se vaya de vacaciones, como no se contratan sustitutos suficientes, se cierran consultas la mayoría de los días y el resto de médicos que tienen predisposición, han de doblar jornadas. Cuando regresa el médico que en teoría ha descansado, se encuentra un trabajo inabarcable no realizado en su período de vacacional y agendas sobrecargadas que le frustran y le provocan estrés.

La sobrecarga de trabajo a la que se somete a los médicos de primaria conduce a que puedan cometerse errores , a retrasos en la atención al paciente y la consecuente frustración de estos, que siempre pagan con el profesional… (cómo van a quejarse al político inaccesible ) y los episodios de violencia se repiten contra los médicos y otros sanitarios mientras los verdaderamente responsables se lavan las manos y se niegan a contratar vigilantes de seguridad que algunos centros de salud han solicitado encarecidamente. El estrés, la sobrecarga y la violencia, también conducen a la pérdida de salud, porque, aunque alguno no lo crea, los médicos somos humanos y enfermamos y las bajas laborales entre nuestros facultativos han aumentado y lo seguirán haciendo si seguimos abusando de su buena voluntad.

No sirve con decir que no tienen suficientes médicos para contratar, tenían profesionales formados en las Islas Baleares que se han ido porque prefieren buscar otro tipo de trabajo, algunos en otro país donde tienen mayor reconocimiento profesional, donde las agendas son adecuadas a la demanda y el pago por sus servicios se ajusta mejor al nivel de responsabilidad que se nos exige a las médicos.

Solicitamos a la administración sanitaria balear sinceridad y transparencia, que expliquen a la ciudadanía la verdadera situación del sistema sanitario y en qué van a gastar el dinero que llega de Europa; solicitamos previsión a la hora de gestionar el sistema: si sabe que puede venir una nueva ola o que va a llegar la gripe en invierno o que aumentará la población flotante en verano, planifiquen y prevean cuantos médicos necesitarán y contrátenlos. No puede ser, por ejemplo, que los profesionales estén obligados a fijar sus vacaciones antes del 30 de abril, pero el 1 de agosto el IBSalut no haya organizado todavía las sustituciones, y la respuesta sea que no hay profesionales que contratar porque se van a lugares con mejores condiciones de trabajo.

El IB-Salut debe explicar a la población cuáles son los medios con los que cuenta, qué se puede hacer y qué no se puede hacer. No nos engañe con que el sistema está un tanto tensionado y podemos con todo, porque los médicos no somos superhéroes ni estamos rodando una película, esto es la vida real y no podemos crear finales felices para hacernos ver una realidad idealizada, sesgada e interesada. Si no se actúa la atención primaria que hace años nos enorgullecía pasará a darnos vergüenza.

De los fondos europeos que nos llegan debemos de derivar una partida para aumentar el presupuesto de la Atención Primaria. Esa es la máxima prioridad. Lamentable el que la presidenta del Govern, no exija al insoportablemente leve Sánchez y a la sin par Montero (con anticuerpos antibaleares), la deuda sanitaria histórica: ¡unos 2.800 millones de euros! ¿Se imaginan a qué altura, pondríamos, la sanidad balear? Incluso más alta que la del País del cuponazo vasco. ¿No sería el momento de llevar al deudor eterno, ¿el Gobierno español, es decir al ínclito PS a la justicia?