Acaba de manifestar en Diario de Mallorca el que fue candidato de Podemos al Congreso de los Diputados por Palencia, Fernando Fernández Such, hoy director general de Agricultura y Ganadería del Govern balear, que «lo de la leche no va de más ayudas, va de precios y de dignidad». Anuncia, sin concretar fecha, que «habrá que acometer la elaboración del Plan Estratégico de Ganadería, pero se hará cuando las condiciones sean las adecuadas» y proclama que le preocupa que «el Partido Popular aproveche el tirón y lance un mensaje simplista de que esto se resuelve con un Plan Estratégico y con más ayudas y subvenciones».

De nuevo, la habitual política de confusión con distintos conceptos que demuestran ignorancia o mala fe para ocultar la ineficacia y mala gestión de la conselleria de Agricultura.

Al grano: la supervivencia de la ganadería en Balears implica un reparto más justo y equitativo de los costes y beneficios para que los productores perciban un precio que, como mínimo, cubra los gastos y su trabajo tenga rentabilidad.

El Govern Armengol, y concretamente la consellera de Agricultura, Mae de la Concha, siguen sin exigir al Gobierno de Pedro Sánchez la inmediata dotación presupuestaria y aplicación del Régimen Especial de Balears que fue aprobado por el Consejo de Ministros, formado por PSOE y Podemos, en febrero de 2019. No se han desarrollado las medidas fiscales, tampoco no se ha incluido el factor de insularidad en los Presupuestos del Estado del 2020 y del 2021 y hoy seguimos sin ver reducidos los sobrecostes del hecho insular.

La nueva Política Agraria Comunitaria (PAC) para el periodo 2023-2027 ha de reconocer Balears como región insular para recibir más recursos, pero desconocemos cuándo se concretará y cuándo recibiremos estos recursos. Mientras, el sector ganadero ha de resistir durante el 2021 y 2022, pero hoy se encuentra en peligro de desaparición en Balears.

El Partido Popular comparte plenamente el contenido y las conclusiones del informe SOS Frisona, que ha elaborado la Asociación Frisona Balear. Especialmente, cuando denuncia el impacto del hecho insular así como la falta de respuesta del Govern, con unos costes de producción para los ganaderos de Balears un 64 por ciento superiores a los de la Península, lo que supone un extracoste anual de 1.133 euros/vaca. También cuando expone que la leche no es producto excedentario en Balears con una producción de 39.553 toneladas de leche líquida y un consumo de 112.439 toneladas.

El Govern ha de dar respuesta a este SOS de los ganaderos de vacuno de leche de Balears cuando denuncian la nula rentabilidad económica de las explotaciones, lo que dificulta el relevo generacional, amenaza su supervivencia y pone al sector en conjunto al borde de la desaparición.

Nos sumamos a las peticiones de la Asociación Frisona Balear, que la conselleria de Agricultura sigue sin aplicar, a pesar de que el Partido Popular las ha presentado de forma reiterada en el Parlament durante esta legislatura, habiendo reclamado e instado en varias intervenciones y proposiciones no de ley al Govern que aplique el Plan Estratégico de Ganadería. También para que la nueva Política Agraria Comunitaria que ahora se está negociando, compense de una vez por todas los sobrecostes de insularidad que condenan a este sector. Este Plan Estratégico incluye las medidas para que la ganadería pueda sobrevivir en Balears hasta la entrada en vigor de la nueva PAC. Pero el Sr. Fernández Such se lava las manos y dice que el plan se redactará cuando «las condiciones sean las adecuadas». ¿Acaso no constata el cierre de las explotaciones ganaderas, el abandono de las fincas, la reducción de la cabaña vacuna y la desilusión de nuestros payeses?

Hoy tenemos que denunciar, haciéndonos eco del malestar, el enfado y la preocupación de los ganaderos, que el Govern está retrasando la aplicación de las medidas y actuaciones del Plan Estratégico para el Sector Ganadero 2020-2023 que fue aprobado en noviembre de 2019 para salvar este sector y evitar el abandono de las fincas.

En lugar de hacer de oposición a la oposición, la conselleria de Agricultura debe aplicar este plan, que fue aprobado por unanimidad, a propuesta del Partido Popular, por la Comisión de Economía del Parlament. El director general de Agricultura, en lugar de invocar la desaparición de las cuotas lácteas, que fueron suprimidas en 2015 por una decisión de la Unión Europea, debe gestionar y desarrollar este plan para evitar la caída en picado y desaparición del sector ganadero.

Cabe recordar al Sr. Fernández Such que el Consell de Govern, en febrero de 2020, asumió el contenido y objetivos de este plan y que autorizó su redacción, pero ha incumplido el calendario. Y recordar también que este plan obtuvo en los Presupuestos autonómicos del 2020 una dotación de 300.000 euros al prosperar la enmienda que presentó el PP, porque el Govern no había previsto ninguna partida.

La proposición no de ley presentada por el Partido Popular, del que soy autora, logró el apoyo de todos los grupos parlamentarios y fue aprobada el 28 de noviembre de 2019 para «redactar el Plan Estratégico del Sector Ganadero de Balears para evitar su desaparición y dar viabilidad a las explotaciones ganaderas de las Islas». Se acordó también que «ha de tener carácter plurianual para ser ejecutado durante esta legislatura, y elaborado con la participación de los consells insulars, organizaciones profesionales agrarias y las cooperativas agrarias para consensuar sus objetivos y líneas de actuación». Al mismo tiempo, «incorporar estímulos y ayudas específicas para el mantenimiento y recuperación del sector ganadero»; «definir la dotación económica para garantizar el cumplimiento eficaz de los objetivos y líneas de actuación, con partidas finalistas en los Presupuestos de la Comunidad Autónoma de esta legislatura»; y «redactar un documento de actuaciones antes de aprobar los Presupuestos de 2020 para posibilitar la aportación de recursos que garantice su aplicación inmediata».

La conselleria de Agricultura debe dar explicaciones a los ganaderos de Balears por el retraso en redactar este plan estratégico y demorar su aplicación.