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Bernat Jofre

Juventud, nuestro elefante en el salón

“Los jóvenes y los criados son los más difíciles de manejar. Si los tratáis con familiaridad, se tornan irrespetuosos; si los ponéis a distancia, se resienten”. Confucio,( Qufu, Lu, 28 de septiembre de 551 a. C. - Lu, 11 de abril de 479 a. C.. ) pequeño noble arruinado chino bajo la dinasta Zhou. Pasó a la Historia por sus Analectas, compendio de la filosofía imperante hoy en China.

El disponer de una televisión pública permite a veces asistir a debates de calidad. Tal ocurrió el jueves 18 en la 2, donde alrededor de una mesa coincidieron periodistas de la talla de Elsa García de Blas, Antonio Papell o Enric Juliana, entre otros. También una brillante analista del diario ABC. El objeto estrella de sus comentarios fue la sentencia del Supremo contra Pau Rivadulla i Duró - más conocido como Pablo Hásel - y la oleada de disturbios subyacentes al mencionado fallo judicial. Dejando de lado las previsibles diferencias ideológicas entre los allí presentes, todos estuvieron de acuerdo en que los disturbios callejeros allende de la geografía nacional se estaban incubando desde hacía meses. La espoleta pudo haber sido una presunta falta de democracia interna, ejemplificada en una condena de dureza discutible. Pero el fondo del agravio que puede estar viviendo la juventud de este país se circunscribe básicamente a su estado económico. Sin justificar las hogueras, mobiliario urbano destrozado o las motocicletas quemadas, nadie se extrañó de la desafección, carreras nocturnas y pésima imagen exterior. Pues de entrada, concluyeron, quizás no hayan sido los jóvenes los que hayan puesto los cimientos necesarios para ella. Muy interesante reflexión común - insisto en la unanimidad de tan diferentes observadores políticos - apoyada en escalofriantes estadísticas.

Según Eurostat, el paro juvenil- entendiendo como «joven» a aquel individuo de 15 a 29 años de edad - en la Unión Europea alcanza el 17.8% . No obstante, hay un país que rompe sobradamente esa media: el Reino de España. Desempleo en menores de 25 años: 42.5%, y subiendo. Sin salir del mismo banco de datos, la edad media del abandono del hogar familiar se da en Europa alrededor de los 26 años, en España suele ocurrir cerca de la treintena. A los 29,5 años, exactamente. Según el dossier” Ser jovénes en tiempos de pandemia, elaborado por la Fundación SM, el 71 % opina que los políticos no les toman en cuenta. Casi en la misma proporción afirman que los políticos anteponen los intereses de bancos y multinacionales a los intereses de los ciudadanos. El mismo estudio aporta otra toma de consideración reveladora: los jóvenes consideran que la forma más útil de participar en política es votar (7,4 en una escala sobre 10). Pero perciben también de gran utilidad acciones específicas de reivindicación sociopolítica como pueden ser huelgas, firmas de peticiones, asistencia a manifestaciones y concentraciones, o colaboración con asociaciones ecologistas, vecinales, etcétera...de la misma manera que tan sólo un 12,8% considera que los partidos políticos son lugares donde se dicen cosas de interés. Mucho antes van centros educativos ( 35,8%) o Redes Sociales ( 24,5%). Interés por la cosa pública, sí. Desinterés por los políticos actuales, también.

Haber sufrido dos crisis económicas consecutivas sin opción a combatirlas - la primera, por ser unos adolescentes sin recursos; la segunda por dejarles sin trabajo - está dejando a tres generaciones de españoles formados, con idiomas y en el arcén social. Como hace una década, los jóvenes de hoy en día ven dos soluciones : el exilio o un estallido revolucionario. Del 11-M salió un partido político que en teoría representa a los revolucionarios de Sol. El problema es que hoy está en el Gobierno y los manifestantes de hoy no se sienten identificados con sus políticas. No son pocos los que aventuran que si las algaradas juveniles de hace nueve años surgió la ultraizquierda, de los movimientos callejeros que estamos viviendo no salga el definitivo take off de VOX. También el entierro de cierto populismo de izquierdas y de cierta derecha «civilizada» que ha gobernado España desde la Transición.

Sin juzgar las canciones del condenado «artista» leridano, harían muy bien los partidos políticos en escuchar las mínimas peticiones de la calle. Si no quieren - tal como los periodistas antes citados auguraban - que pasemos de unos días de espontáneos movimientos callejeros a organizadas luchas perdurables en el tiempo. No hace falta un indulto: tan sólo con cumplir su programa. Ayudaría mucho a pacificar el hoy histérico ambiente que se vive en las principales arterias españolas. Recordar que tanto Iglesias Turrión como Sánchez Pérez-Castejón ofrecían como reclamos electorales la «inmediata derogación de la Ley Orgánica de Protección de Seguridad Ciudadana». Más conocida como Ley Mordaza. Única en toda Europa Occidental: tan sólo la Hungría de Viktor Orbán tiene una legislación similar. Agradable consuelo. Tanto PSOE como Unidas Podemos se han puesto repetidamente de perfil cuando se les pregunta sobre ello. Presuntamente porque los primeros quizás no tenían mucho interés en cumplir tal punto programático. En cuanto a los segundos, porque es probable que se hayan acostumbrado a vivir sobre - que no bajo - la LOPSC. Que es muy diferente.

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