Si un gobierno tiene claro hacia dónde quiere ir, es decir, su objetivo final, tomará decisiones de manera alineada a esa determinación. Y en una situación como la que nos encontramos, el Govern debería tener claro que el objetivo debe ser mejorar la situación sanitaria, mediante test y vacunaciones masivas para impulsar, cuanto antes, la actividad económica. Sin embargo el problema reside en el retraso de la entrega de las vacunas por parte de las farmacéuticas.

Pero nos encontramos con un Govern Balear cuyo objetivo principal se ve condicionado por los «Acords de Bellver», es decir, mantener la gobernabilidad.

Es por ello que muchas decisiones que se adoptan en el Govern Balear para paliar los efectos de la crisis derivada de la pandemia de la covid-19 deben pasar antes el filtro de los «Acords de Bellver», es decir, Armengol debe pactar medidas con sus socios. Y cada uno de ellos tiene sus intereses y objetivos. Prima la gobernabilidad a la gobernanza.

A nivel nacional nos encontramos con que el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2021 destaca que la cogobernanza (Gobierno central y autonómicos) va a ser clave para la implementación del Plan de Recuperación. Y también tenemos cogobernanza en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Pero observamos también que la prioridad es la gobernabilidad.

Recordemos la definición de gobernanza según la RAE:

«Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía».

Y a ese equilibrio debemos ir. En el último pleno del 2020 le pedí al Govern de las Illes Balears que asumiera el reto de pasar de gobernabilidad, lo que tenemos ahora por parte del ejecutivo balear, vieja política, a gobernanza.

Los problemas económicos y sociales de Balears no se arreglarán solos. El sector productivo de las Illes Balears ya no puede más. En estos momentos dramáticos la administración no puede mirar a otro lado. Primero salvar vidas, pero en paralelo trabajar por nuestra prosperidad.

Gobernanza porque la nueva economía post covid requerirá de una gestión eficaz de los recursos públicos para fortalecer el estado de bienestar.

Requerirá que los auténticos generadores de riqueza, autónomos, pymes y empresas, reinicien su actividad sin mochilas cargadas de deudas que lastren su competitividad.

Requerirá capacitar a nuestros trabajadores para una nueva cadena de valor de la industria turística. Aprovechar los Fondos Europeos.

Requerirá dar oportunidades a nuestros jóvenes para que puedan abrirse camino en un nuevo paradigma. Nuevas tecnologías al alcance de nuestros emprendedores, distritos de innovación, políticas de atracción y retención del talento.

Rediseñar un nuevo contrato social. Colaboración público-privada, abordando sin populismos el problema del acceso a una vivienda digna.

Requerirá actualizar el documento de Estrategia de Especialización Inteligente de las Illes Balears, documento RIS3, que nos exige Europa para concedernos ayudas en los próximos años. Es decir, saber a dónde queremos ir. En qué sectores nos debemos especializar.

Requerirá, en fin, algo diferente por parte del Govern de las Illes Balears: Empatía con los que levantan cada día la persiana, conocimiento de las necesidades de los sectores productivos, escuchar a expertos despolitizados… En definitiva, involucrarse para dar respuesta a los retos económicos y sociales que debemos afrontar como sociedad.

Algo diferente, un nuevo estilo de gobierno. Abandonar la gobernabilidad y asumir la gobernanza.