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Javier Cuervo

Artículos de broma

Javier Cuervo

Aprenda a ser alemán

Muchos españoles lamentan que no encontraron su oportunidad para aprender a hablar inglés. Muchos españoles tienen ahora la oportunidad de aprender a ser alemanes y dejar de lamentarse. Lo más difícil de ser alemán es hablar ese idioma trabajoso y desordenado cuando no se tiene una madre alemana que te lo enseñe desde pequeño. Lo segundo más difícil es seguir su horario colectivo, pero, ahora, con el toque de queda, los españoles podemos ser alemanes: compartimos su huso horario y solo nos falta adquirir sus usos horarios, los corrientes en toda Europa. ¿Qué podemos perder? Si no mejora nuestra cotidianidad al menos nos hará más competitivos en vacaciones y por fin lucirán toallas españolas en las tumbonas de las playas nacionales porque habremos aprendido a levantarnos los primeros para ser los primeros en tumbarnos.

Si a los alemanes les cabe la vida en el horario del toque de queda a nosotros nos ha de caber, salvo que seamos de esos españoles incapaces de ser otra cosa y que en cuanto tienen un problema lo arreglan poniendo una bandera. Aprendiendo a ser alemanes que desayunen temprano y fuerte, almuercen pronto y ligero y se sienten a cenar a la hora imprecisa en la que los españoles mayores están con los chupitos y las españolas mayores empiezan a merendar, valga el sexismo, llenaremos de vida el tiempo entre toques de queda. Lo digo pensando en la hostelería, para que pueda atender a la comida a los compatriotas más españoles y también tenga clientes que hayan aprendido a ser alemanes para comer y cenar.

La germanización no creará empresarios que piensen en sacar beneficio de las últimas tecnologías, ni pagará mejores sueldos, ni aumentará el número de constructores de barcos en botellas o de terminadores de puzzles de 1.000 piezas con un cuadro de Jackson Pollock, pero quien aprenda a ser alemán en la España del toque de queda se sentirá turista en su tierra y partícipe de la ayuda mutua, que es a lo máximo a lo que podemos aspirar ahora que ya sabemos maldecir en inglés. Fuck!

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