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Juan Tapia

Hartazgo, jueces y el ‘Frankfurter’

El influyente diario de Fráncfort afirma que España no es un Estado fallido, pero sí bloqueado por los bandos políticos

Próxima semana: moción de censura de Vox. Fracasará, pero Vox intenta capitalizar el creciente descontento con «los políticos». Por la eterna crispación que causa parálisis y fracasos. Y al censurar a Sánchez, a sus socios «comunistas», a los independentistas, y más sinuosamente a Pablo Casado (eres un charlatán que no te atreves a votar contra Sánchez) tira barro a toda la clase política. Sabe que hay hartazgo y quiere erigirse en la voz del pobre ciudadano atribulado… Pese a que sólo ha subido atizando la crispación universal: contra los separatistas catalanes, los comunistas del «Coletas», los delincuentes, la inmigración…

Vox es contraria a la Constitución que ahora dice defender cuando Blas Piñar y la derecha de Alianza Popular (no Fraga, pero sí Aznar) votaron no o se abstuvieron. Pero irritación “haberlas haylas”. Sumando preguntas del CIS, Ignacio Varela afirma en El Confidencial que los políticos son el primer problema para los españoles (39%) frente al coronavirus (25%) y la crisis económica. Vayamos a los datos simples. Pedro Sánchez, el más valorado, ha caído en un mes tres décimas, hasta el 4,3 (suspenso claro). Y el líder de la oposición ha bajado al 3,3, una nota que indica marginalidad. Pablo Iglesias está incluso peor.

Cuando el río suena, agua lleva. El conflicto entre el Gobierno y la comunidad de Madrid, tras una estúpida y pornográfica exhibición de 24 banderas, no sólo muestra fallos en el sistema autonómico sino la falta total de voluntad de diálogo entre el PP y el PSOE. Una cosa es ser enemigos irreconciliables (siempre malo) y otra, peor, ignorar que el virus mata a todos y que Madrid presenta un número de infectados cada quince días por 100.000 habitantes que multiplica por diez los que en Alemania alarman a Angela Merkel. ¿Cómo lo puede entender el ciudadano preocupado por no contagiarse, por el decretado cierre de su pequeño comercio, o por no poder pasear sin mascarilla?

Y el cum laude de lo absurdo es lo del Poder Judicial. El PP se niega, no por primera vez, a pactar la constitucional renovación de los veinte miembros del su Consejo General (CGPJ), el órgano de gobierno de los jueces que nombra, entre otros, a los miembros del Supremo. Claro, su actual composición le beneficia.

El Gobierno reacciona más con el estómago que con el cerebro y veta la presencia del rey en Barcelona en un acto judicial (cuando Lesmes, presidente del CGPJ, se niega a cambiar la fecha). El rey telefonea «por cortesía» a Lesmes: le habría gustado estar. Podemos acusa a Felipe VI de borbonear y el PP exige que Iglesias cese como vicepresidente. Luego acusa a Sánchez de no defender al rey. Sánchez viaja con Felipe VI a Barcelona para desmentirlo. El CGPJ, caducado, nombra por consenso cargos del Supremo.

La antología del disparate. Y sigue. Sánchez dice que sorteará el veto del PP y el PSOE y Podemos envían una proposición de ley que exime de la mayoría de tres quintos a doce de los veinte miembros del CGPJ. El PP dice que es inconstitucional. No lo es, pero sí es un muy grave error. Porque al no ser enviado por el Gobierno sino por los grupos parlamentarios pretende evitar informes preceptivos y agranda así la sospecha de partidismo. Porque ocho miembros elegidos por tres quintos y otros doce por el 51% crea dos clases de consejeros. Porque se elimina la búsqueda del consenso y la mayoría parlamentaria puede imponerse. Ya que el PP no consensúa la renovación, el Gobierno rompe una ley de consenso. ¿Y cuando tenga mayoría la derecha? ¿Alguien piensa que nunca más la tendrá?

Llegados aquí, el PP agita el tema en Europa y acusa a Sánchez de actuar como en Polonia. Y aunque todo acabe en ruido daña a España y debilita a Sánchez en Bruselas, justo lo que menos nos interesa cuando exigimos 140.000 millones de solidaridad. ¿Epílogo? El viernes Enrique López, portavoz de Justicia del PP, afirmó en La Razón (portada) que todo se arreglaría si Sánchez excluyera a Podemos de la negociación. ¿Esos 35 escaños no existen?

Corolario: El Frankfurter Allgemeine Zeitung, el conservador diario alemán –dicen que el primero que lee Merkel– ha escrito que España no es todavía un estado fallido, pero sí fracasado y bloqueado porque los bandos políticos siempre se pelean fieramente y desde el fin del estado de alarma no hay estrategia común frente a la pandemia cuando somos el país mas afectado. El FAZ no culpabiliza a nadie, pero dice: en el PP políticos jóvenes e inexpertos hacen una oposición en la que derrocar al Gobierno de izquierdas parece importarles más que la lucha contra el Covid-19.

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