Estamos a las puertas de un programa de inversión pública sin precedentes. En los próximos años, España podría recibir hasta 140.000 millones de euros para responder a los retos económicos y sociales de la covid-19. El nuevo pacto verde de la Unión Europea marca el camino: reiniciar la economía y crear puestos de trabajo haciendo frente al reto climático y ambiental. Esto quiere decir invertir en descarbonizar, descontaminar, desplastificar, mejorar la eficiencia de recursos y recuperar nuestros sistemas naturales. Salir de la crisis fortaleciendo nuestra economía, no haciéndola más vulnerable.

Cómo se invertirá este dinero será la decisión más importante que tomaremos en mucho tiempo. Pero sorprendentemente todavía no hay un debate público sobre los proyectos que queremos para Balears. La prosperidad económica de Balears y el bienestar de sus habitantes está fuertemente vinculada a la calidad de su costa y su medio marino y, por lo tanto, el mar y la costa juegan y deben jugar un papel clave en la recuperación económica de estas islas.

Necesitamos un programa de inversión dirigido a la protección de nuestro medio marino y costero. Un programa para reactivar la economía protegiendo el mar balear con siete líneas de acción. Primero, invertir en la mejora y ampliación de las áreas marinas protegidas, que tienen gran potencial de generar muchos más beneficios de los que ya nos dan, como más peces, más renta para el pescador, y múltiples oportunidades para la economía local. Segundo, transformar la flota pesquera en la más sostenible del Mediterráneo reemplazando artes dañinas por otras de menor impacto; repartiendo mejor el esfuerzo pesquero en el espacio y el tiempo para poder ganar más pescando menos, tal como ya sucede con la pesca de la llampuga. Tercero, mejorar el tratamiento y distribución de las aguas para acabar de una vez por todas con los vertidos de aguas sucias, el punto más vulnerable de la recuperación del turismo en Balears. Cuarto, formar un ejército de educadores ambientales e incentivar la creación de empresas para responder a la alta demanda de actividades educativas en el ámbito marino. Quinto, implicar al sector turismo en la conservación, restauración y limpieza de ecosistemas costeros. Sexto, financiar programas de conservación de especies vulnerables como cachalotes, tortugas, rayas, tiburones y plantas marinas, indicadores de buena calidad ambiental y cimiento de un turismo de naturaleza con mucho potencial, pero todavía poco desarrollado. Séptimo, reforzar la investigación marina sin la cual no podremos avanzar.

Partimos con ventaja. Balears cuenta con un impresionante capital natural marino. Más de 400 especies de peces, la mitad de la posidonia de toda España y una red de áreas marinas protegidas que está a la vanguardia de Europa y el Mediterráneo. La sociedad balear está cada vez más implicada en la protección del medio marino y sabe que sin un mar y una costa en excelente estado de conservación, cualquier estrategia de recuperación económica se tambalea.

Seis años por delante para tener un mar repleto de vida, el pescado más sostenible y las aguas más limpias del Mediterráneo. Seis años para salir de la crisis y transformar Balears en referente mundial de conservación marina.